Tu verdadera identidad en Cristo. De Joseph Prince
Isaías 45:24 (KJV) Él
dirá: ‘Ciertamente en el Señor tengo justicia y fuerza’.
Quiero compartir con
ustedes este conmovedor informe de alabanza de Melissa, una señora de Texas. Yo
creo que serás grandemente bendecido e inspirado por el camino que ella ha
emprendido para descubrir su verdadera identidad en Cristo.
Desde muy joven, su madre
le dijo que no era nadie igual que su padre, y que no llegaría s ser nada.
Siempre se sintió inútil y más aún cuando de niña fue abusada sexualmente. Sin
tener el amor de su padre, buscó desesperadamente el amor en muchas relaciones
y parejas, lo que la llevó a un estilo de vida destructivo de pecado y
sentimientos de profunda infelicidad, confusión y vacío constante. Esto es lo
que ella dijo:
No pensé en ir a Dios y a
la iglesia porque las personas que conocía me decían: “Irás al infierno por tus
elecciones y por cómo estás viviendo. Dios está enojado contigo. Está
disgustado contigo”. Esto era lo que yo creía acerca de Dios, y pensé que no
había manera de que pudiera venir a Él.
Afortunadamente, encontré
su programa de televisión cuando estaba pasando los canales. Usted estaba
hablando de la obra terminada de Jesús en la cruz, y de cuánto Él me ama tal y como
yo soy. Descubrí que no podía dejar de escuchar el sermón. Fue el comienzo de
mi descubrimiento de cómo Dios dio lo mejor de Él, Su Hijo Jesús, por mí, para
que yo pudiera tener una relación con Él como mi Papá Dios y venir a Su
presencia sin miedo ni vergüenza.
Al final del sermón, nos
invitó a orar y a pedirle a Dios que entrara en nuestras vidas si nunca lo
habíamos hecho antes. Hice esa oración, y mientras oraba, sentí que el amor de
Jesús me abrumaba, y toda la amargura, la confusión, la infelicidad y el dolor
de mi vida se derritieron, como usted suele decir, “como mantequilla”. El dolor
sordo, la frustración y el vacío persistente simplemente se fueron y, por
primera vez, entró un gozo que no podía explicar.
Desde ese tiempo, han
sucedido tantas cosas asombrosas y bendiciones. Al experimentar el amor de
Jesús por mí, he podido perdonar a mi madre y he llegado a amarla genuinamente.
También he podido perdonar a otros familiares que me habían dicho que no valía
nada.
Todo es tan diferente
ahora. Sé que Jesús me ama y que tiene grandes planes para mí. Veo Su favor en
mi vida. Cuando me asusto un poco por cosas o situaciones en mi vida, recuerdo echarle
todas mis preocupaciones a Dios. Incluso cuando tomo un camino equivocado, Él
siempre encuentra la manera de traerme de vuelta. Cada vez que estoy en una
situación negativa, Jesús me dice que lo que resulte será bueno porque Él está
allí y está trabajando en ello.
He aprendido a decir:
“Soy una nueva creación. Soy la justicia de Dios en Cristo. No se trata de lo
que yo he hecho, sino de lo que Jesús ha hecho”. Sorprendentemente, las
tentaciones que me retuvieron en el pasado han perdido su poder. Siento como si
nunca hubiera vivido un estilo de vida destructivo.
Hoy, mi vida testifica
que Papá Dios ama y salva. Más importante aún, el cambio ha sido sin esfuerzo,
todo es por la gracia de Jesús. No tiene nada que ver con mi fuerza de voluntad
sino con el poder divino de Cristo obrando en mí. Gracias, Pastor Prince, por
revelarme la belleza y el amor de Jesús. ¡Me siento tan amada por Él y estoy
tan agradecida por Su obra terminada en la cruz!”
Amigo mío, las mentiras
que Melissa creyó son las mentiras que el enemigo quiere que creas. Cuando
creas que realmente eres un don nadie e indigno, comenzarás a comportarte como
si fueras un don nadie sin valor e indigno. Ese es el poder negativo de creer
equivocadamente.
Tengo una palabra en su
tiempo para ti, y quiero desafiarte a que cultives una sólida revelación de tu
identidad justa en Cristo confesando repetidamente tu justicia en Cristo.
A lo largo del día, ya
sea que esté conduciendo al trabajo, comprando comestibles o preparando una comida
para tu familia, simplemente di en voz baja: “Soy la justicia de Dios en
Cristo. Todas las promesas, bendiciones y protección que pertenecen a los
justos son mías” (Proverbios 10:6). ¡Esta es la clave para que experimentes
avances duraderos en tu vida!
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
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