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JESÚS SE LLEVÓ NUESTRAS ENFERMEDADES. De Joseph Prince


Isaías 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Imagina la terrible enfermedad de la lepra comiendo a un hombre vivo. El pobre leproso en Mateo 8:2 no podía soportar más el sufrimiento, así que salió al encuentro de Jesús. Él necesitaba saber si Jesús estaba dispuesto a sanarlo. Cuando él vio a Jesús, cayó a sus pies y dijo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme” (Mateo 8:2). El Hijo de Dios miró a los ojos del marginado con amor, extendió su mano y le tocó diciendo: “quiero, sé limpio” (Mateo 8:3).

Tal vez estás sufriendo de alguna enfermedad y te preguntas si Dios quiere sanarte. No estás seguro si Él tiene la voluntad porque así como has visto gente ser sanada, también has visto a gente que no es sanada. Amigo mío, no mires la experiencia de la gente. ¡Mira la cruz! Tan ciertamente como Jesús se llevó tus pecados, ¡él también se llevó lejos tus enfermedades!

Quiero darte una base sólida para creer esta verdad. En Isaías 53, el capítulo que habla de la crucifixión de nuestro Señor, dice en el versículo 4: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores”. Isaías se refirió claramente a sanidad física.

Una vez, le pedí a un amigo judío que leyera este versículo en su Biblia y me dijera lo que significa. Me dijo que su Biblia dice claramente que Jesús ha cargado nuestras enfermedades y se ha llevado nuestros dolores.

Si esto no es suficiente, miremos Mateo 8:16-17…trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo cita lo que dice Isaías 53:4 diciendo que Jesús tomo nuestras enfermedades y se llevó nuestros padecimientos. El contexto aquí se refiere a sanidad física.

Amigo mío, si tan solo crees esta verdad, tus días de enfermedad habrán terminado. Caminaras con gran salud porque Aquel que ciertamente llevó tu enfermedad y ha cargado tus dolores te dice: “Quiero, ¡sé limpio!”

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”


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