Dios ama cuando le pides. De Joseph Prince
Mateo 7:7-11 Pedid, y se
os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre
hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide
un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Había un hombre en la
Biblia llamado Jabes. Su nombre era bastante desafortunado. Significa “tristeza”
porque su madre “lo dio a luz con dolor” (1 Crónicas 4:9).
¡Qué nombre le dieron!
Pero Jabes clamó a Dios: “¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi
territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no
me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió”. (1 Crónicas 4:10).
Algunos predicadores
afirman que los creyentes no deben hacer oraciones “egoístas” pidiendo ser
bendecidos. La oración de Jabes probablemente caería bajo su definición de una “oración
egoísta”, ya que se trataba de pedirle a Dios que lo bendijera, que ampliara su
territorio, estuviera con él y lo protegiera.
Pero Dios no reprendió a
Jabes por pedirle estas bendiciones. Sin fanfarria alguna, la Biblia en el
mismo versículo simplemente registra que “Y le otorgó Dios lo que pidió”.
Eso fue todo. Sin drama,
sin una larga lista de lo que Jabes tenía que hacer o dejar de hacer. Es
realmente así de simple. ¡Dios escuchó su oración y concedió su petición! Sin
reprensión, sin instrucciones, sin “Jabes, si quieres que te bendiga, primero
debes hacer esto”.
No, Dios honró la fe del
hombre y convirtió su tristeza en gozo y su dolor en bendiciones, ¡todo porque
tenía una confianza inquebrantable en lo bueno que es Dios y pidió en grande!
Amigo mío, ten una buena
opinión de Dios. Él no está tratando de atraparte. Él te ama y desea desatar Su
favor en cada área de tu vida. Él ama cuando lo invocas. Y Él prometió que
responderá cuando lo hagas. Solo míralo declarándote Jeremías 33:3: “Clama a
mí, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces”.
¿Será que no estamos
viendo muchos avances porque hemos hecho que el pedirle a Dios grandes cosas
sea un tabú con nuestra retórica religiosa y legalista? ¿Será que simplemente no
estamos viendo muchas bendiciones porque no le hemos estado pidiendo a Dios y
buscándolo con una expectativa confiada del bien?
Amigo mío, a tu Padre
celestial le da gran gozo cuando le pidas. Es Su placer bendecirte a ti y a tu
familia (Lucas 12:32). ¡Deja de ser frenado por creencias erróneas acerca de
Dios y comienza a pedirle lo que sea que esté en tu corazón hoy!
Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
TE INVITO A REVISAR NUESTRAS PUBLICACIONES ANTIGUAS:
Comentarios
Publicar un comentario