Lo mejor que tiene el cielo. Joseph Prince
Lucas 12:32 No temáis,
manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Nuestro Señor Jesús entró
en una sinagoga un sábado, y estaba allí un hombre con una mano seca. Los
fariseos buscaban oportunidades para acusar a Jesús de hacer algo mal, así que
lo desafiaron diciendo: “¿Es lícito sanar en sábado?”
Nuestro Señor respondió: “Qué
hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si esta cayere en un hoyo en
día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre
que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue
restaurada sana como la otra. (Mateo 12:9-13).
Esto es lo que quiero que
sepas: cuando alguien está enfermo, el Señor nunca culpa ni condena a la
persona. Él ve a la persona como una oveja que ha caído en un hoyo y necesita
ser rescatada.
Si estás lidiando con una
condición médica, no permitas que el acusador te descalifique para recibir tu sanidad
diciéndote cosas como “debiste haber cuidado tu dieta” o “debiste haber hecho
más ejercicio”. Incluso si tú tuviste la culpa, el Señor Jesús puede sanarte, y
Él está muy deseoso de hacerlo.
Eso no significa que
descuides la sabiduría al cuidar tu salud. Si se lo permites, el Señor puede
guiarte incluso en asuntos prácticos como qué comer y cómo hacer ejercicio. La
clave aquí es no prestar atención a la voz de la vergüenza, la condenación y la
acusación. ¡Escucha en cambio la voz de tu Pastor que viene a rescatarte!
Nuestro Buen Pastor dice
que Él da su vida por las ovejas (Juan 10:11). ¿Pero conoces el contexto de
este versículo? Permíteme que te enseñe:
“El ladrón no viene sino
para hurtar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las
ovejas”. Juan 10:10–11
Aunque Él es nuestro
Pastor, entregó Su vida como Cordero de Dios. Apocalipsis 5:12 declara: “Digno
es el Cordero que fue inmolado”.
¿Por qué Dios usa la
imagen del Cordero y no del Pastor en el sacrificio? Porque Dios quiere que
veas que Jesús murió en tu lugar. Él, el Buen Pastor, llegó a ser el Cordero de
Dios por ti.
Puedes tener vida en
abundancia no porque la merezcas sino porque Él dio Su vida por la tuya. Él
tomó tus enfermedades y tus dolores y te dio Su plenitud y Su salud.
Escucha hoy a tu Señor
Jesús decirte: “No temáis, porque a vuestro Padre le plació daros el reino”.
Cualquiera que sea la condición a la que te enfrentes, puedes creer que verás
la manifestación completa de tu sanidad. Continúa participando del Árbol de la
Vida a través de la Santa Comunión y permite que Su vida abundante inunde tu
cuerpo cada vez que participes.
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