Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Cuán dulce es. E. W. Kenyon


Cuán rico, cuán dulce es esto, cuando uno aprende el secreto de la comunión con Dios, pasar tiempo con Dios, o disfrutando tranquilamente Su presencia.

Cuando tu mente está cansada, simplemente recibes la fortaleza que Dios vierte en ti, cuando tu corazón está cansado recibe la paz de Dios, cuando tu cuerpo está cansado te renuevas con fuerza divina.
No me refiero a la oración.
Me refiero simplemente a estar en Su presencia; hablar las cosas con Él; asesorarse con Él; permitir que Dios le hable de nuevo a tu corazón.
Necesitamos esto.
¿Cuánto lo necesitamos? sólo los tiempos pueden decírtelo, pero en esos días de mucha presión que viene desde todos los ángulos, sólo necesitamos ir a estar con Él por un rato.
¿No tienes tiempo?
No puedes permitirte no hacerlo.
El tiempo que pasas con Dios es tiempo de descanso.
El boxeador que está en la arena para luchar, tiene que tener un poco de respiro.
Él debe tener un poco de tiempo para respirar entre los combates.
Nadie puede soportar un ritmo demandante, si no tiene un momento para descansar.
No puedes mantener el ritmo sin la ayuda de Dios, tu familia y, tu vida en el hogar necesita que al menos tengas tus tiempos para respirar con Dios.
Sólo ponte a un lado por un momento, cierra tus ojos, y después, abre los ojos de tu corazón en Su presencia.
Sólo permanece en Su presencia, y por permanecer en Su presencia descansarás tanto como no has descansado en días.
Ese viejo dolor en tu corazón se irá.
Esa vieja angustia, se irá.
Las heridas sin cicatrizar tendrán un bálsamo en las manos del sanador Divino.
Ve a un lado y siéntate con Dios por un tiempo.
Entonces, tu corazón necesita la compañía de la gente de Dios.
No con los que murmuran y critican; aquellos que se reúnen para contar historias mundanas, o cosas divertidas, sino que tu corazón necesita la comunión con los santos; de los que aman al Cristo; de los que se alimentan de las cosas de Dios.
Así que, amigo, busca un lugar y un momento donde puedas tener comunión, y gozo con la presencia de Dios.
Si en tus reuniones no lo encuentras, cambia de reunión
Hay lugares donde los santos se juntan.
Hay lugares donde reina el amor
Te debes a Él; te lo debes a tu alma, se lo debes a los que dependen de ti, SER el mejor y TENER al mejor, para que puedas ser capaz de DAR lo mejor.

Comentarios