Medita en Jesús y experimenta buen éxito. Joseph Prince
Romanos 10:17 Así que la
fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios [Cristo].
Bajo el nuevo pacto,
podemos meditar en la persona de Jesús cuando meditamos en la Palabra. Jesús es
el Verbo hecho carne y mientras meditas en Su amor por ti, en Su obra
terminada, en Su perdón y en Su gracia, Dios te garantiza que tendrás buen
éxito.
Puedes simplemente tomar
un versículo y meditar en el amor de Jesús por ti. Por ejemplo, puedes comenzar
a murmurar el Salmo 23:1 en voz baja: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”.
Al meditar en este sencillo versículo, comienzas a darte cuenta de que el Señor
es (tiempo presente) tu pastor.
Un pastor provee para sus
ovejas, las alimenta y las protege. Porque Jesús es tu pastor, nada te faltará.
No te faltará sabiduría, dirección, provisión, nada. Empezarás a ver que Jesús
está presente contigo, proveyéndote, cuidándote y asegurándose de que tú y tu
familia tengan más que suficiente.
Ahora, justo en ese
momento, en ese breve período de meditar en Jesús, se imparte fe y tu corazón es
alentado con la realidad de que Jesús está contigo, incluso cuando estás
enfrentando algunos desafíos.
Ya seas ama de casa,
vendedor o dueño de un negocio, tu alma se nutrirá y fortalecerá cuando medites
en Jesús. De hecho, cada vez que medites en la Palabra de Dios, ¡Jesús te
impulsará al éxito sin que te des cuenta! Sin que tengas que planear, idear o
hacer todo tipo de planes, Jesús dirigirá tus pasos, te llevará al lugar en el
que se supone que debes estar y hará que las puertas de oportunidades se abran
de par en par para ti de manera sobrenatural.
Cuando meditas en Jesús,
tus caminos siempre se vuelven prósperos. Ahora bien, no tengas miedo de
utilizar la palabra “próspero”. Es la promesa de Dios en la Biblia. Cuando
meditas (murmuras) en Jesús día y noche, la Biblia dice que “harás prosperar tu
camino, ¡y entonces tendrás buen éxito” (Josué 1:8 KJV)!
Algunas personas piensan
que son prósperas una vez que han ganado su primer millón. Pero cuando examinas
sus vidas, descubres que en algún momento de su lucha por ganar más y más
dinero, han perdido precisamente las cosas que son realmente importantes.
Es posible que hayan
creado una cartera de inversiones impresionante, pero sus hijos ya no quieren
tener nada que ver con ellos y han lastimado a las personas que alguna vez los
amaron. Eso no es verdadera prosperidad ni buen éxito.
Cuando Dios te bendice
con prosperidad, las bendiciones financieras están incluidas, pero sólo como
una pequeña parte de un todo. El buen éxito de Jesús nunca te alejará de tu
iglesia. Nunca te alejará de tus seres queridos.
Sobre todo, nunca te
alejará de ti mismo. No te despertarás un día en medio de tu búsqueda del éxito
y descubrirás que ya no conoces a la persona que te mira en el espejo.
Amigo mío, aprende a
meditar en la persona de Jesús. Él es tu buen éxito. Cuando lo tienes a Él, lo
tienes todo.
La Biblia nos dice que
“la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios”. La palabra para
“Dios” aquí en el texto griego original es “Christos”, refiriéndose a Cristo.
En otras palabras, la fe viene por el oír y oír la Palabra de Cristo.
La fe no viene solo por
escuchar la Palabra de Dios. La fe viene al escuchar la Palabra de Jesús y Su
obra finalizada.
De la misma manera,
meditar en la Palabra de Dios es meditar, murmurar y escuchar acerca de Jesús.
Esto no significa que leas sólo los cuatro evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y
Juan. No, ¡cada página de toda la Biblia, de principio a fin, señala a la
persona de Jesús!
Si deseas experimentar buen
éxito en tu vida, entonces te aliento a meditar en los mensajes predicados por
ministerios que tratan de exaltar la persona de Jesús, Su belleza, Su favor
inmerecido y Su obra perfecta para ti en la cruz.
Escucha ministerios del
nuevo pacto que no mezclan ley y gracia, sino que dividen correctamente la
Palabra de Dios y predican el evangelio puro de Jesús. ¡Cuanto más escuches
sobre Jesús y la cruz, más fe te será impartida y experimentarás un buen éxito
en tu vida!
Comentarios
Publicar un comentario