La buena vida sin sudor. Devocional. De Joseph Prince
Mateo
6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más
que ellas?
La mayoría de las
personas son de la opinión de que la buena vida no ocurre sin un trabajo duro y
un montón de sudor. Ellos creen que para lograr el éxito, primero necesitan
tener tal certificado educativo, tal calificación profesional, tal trabajo en
particular y muchos años de arduo trabajo. Tengo buenas noticias para ti: Dios
tiene una mejor manera.
Todos debemos trabajar,
pero el mundo quiere que creas que existe un proceso natural de siembra,
cosecha y recolección, acompañado de espera, trabajo y estrés, antes de que
llegue la buena vida. Pero Dios dice: “Mi gente no necesita pasar por este
proceso natural para disfrutar de una buena vida, ya que no son parte del
sistema de este mundo. ¡Pueden operar en Mi economía y puedo darles una buena
vida de inmediato!"
De la misma manera en que
Dios alimenta a las aves que no pasan por el sistema del mundo de siembra,
cosecha y recolección, ¡Él quiere y hará mucho más por ti!
Tu Padre celestial quiere
que conozcas la generosidad de Su corazón hacia ti y Su gran anhelo de que
tengas éxito. Un caso en cuestión es lo que le sucedió a un miembro de la
iglesia que creyó esta verdad. Después de dejar su trabajo anterior, confió en
Dios para que le proveyera uno mejor. En solo cuatro meses, se encontró
dirigiendo dos compañías.
Su nueva empresa de
distribución no solo logró un gran proyecto en Singapur, sino que también se
convirtió en el principal distribuidor en el sudeste asiático para una popular
línea de productos de los Estados Unidos. Su segunda compañía, que
proporcionaba servicios de consultoría, recibió dos proyectos de una compañía
coreana y una de Hong Kong por una tarifa de consultoría de seis cifras en
dólares estadounidenses.
Hoy, Dios quiere que
sepas que no eres parte del sistema del mundo. Eres del reino de Dios: el mismo
reino que alimenta a las aves que no trabajan, sino que simplemente confían en
su Creador para todas sus provisiones en la vida. Sé convencido de que eres más
valioso para tu Padre celestial que las aves, y deja que Él te dé una buena
vida sin el esfuerzo y la fatiga del mundo.
Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
https://www.josephprince.org/
https://www.josephprince.org/
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
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