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LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA. Por Claudia Juárez Garbalena

Este lunes 22 de abril los judíos celebraron la fiesta de la Pascua. Dios instituyó en la ley 7 fiestas o celebraciones, son "citas divinas" con los hijos de Israel. La primera de ellas fue celebrada aproximadamente hace 3500 años cuando ellos fueron liberados de la esclavitud de Egipto.

Dios les ordenó tomar un cordero perfecto, sacrificarlo y comerlo asado al fuego y de pie. Después rociarían la sangre del cordero en los dinteles y postes de sus puertas.

Esta celebración marcó el fin de su esclavitud, y el inicio de su camino hacia la libertad.

Esa noche pasó la última de las plagas de Egipto, "el heridor", que mató a cada primogénito de cada hogar y de cada bestia. La sangre rociada del cordero los protegió del heridor.

Éxodo 12:23-24 Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.

La siguiente escritura declara:

Salmos 105:37 Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.

¡No hubo en sus tribus enfermo! Sin duda debieron ser gente mal nutrida y débil debido a la brutalidad de la esclavitud que vivían, pero el día de su salida de Egipto, después de comer la Pascua, "no hubo en sus tribus enfermo".

1 Corintios 5:7 porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

La celebración de la pascua que los judíos conmemoran hasta el día de hoy, es una sombra de la verdadera Pascua: Nuestro Señor Jesucristo. ¡Él fue el Cordero perfecto, sin mancha ni pecado que fue sacrificado por los pecados de todo el mundo! La sangre de nuestro Salvador no cubre temporalmente nuestros pecados, ¡Su sangre es efectiva una vez y para siempre por los pecados de todo aquel que cree en Él de una vez y para siempre!

Hebreos 10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.

La sangre del verdadero Cordero, también nos protege de los ataques del enemigo. ¡Hoy no solamente tienes el privilegio y la indecible bendición del perdón completo de tus pecados, sino que tienes derecho a la sanidad y protección divina por el sacrificio del Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo!

Las siete celebraciones o fiestas establecidas por Dios para los judíos, también son un calendario profético para el ministerio de nuestro Señor Jesucristo. Él ha ido cumpliendo una a una cada una de estas celebraciones que representan su ministerio.

Cómo se aprecia en el siguiente gráfico, ¡nuestro Señor Jesucristo ha cumplido las primeras 4 fiestas, llamadas “fiestas de primavera”, con una exactitud matemática! Murió el día y hora exacta en que se celebraba la Pascua. Fue enterrado cuando se celebraba la fiesta de los panes sin levadura que conmemora su liberación de la esclavitud. Resucitó el día de la celebración de la fiesta de las primicias, donde se recogen los primeros frutos de la cosecha, ¡siendo Jesús el primero que ha resucitado para no morir más! Hace casi dos mil años atrás, mientras Israel conmemoraba el día que fue dada la ley de Moisés: Pentecostés, fue enviado el Espíritu Santo y los discípulos hablaron por primera vez en lenguas iniciando así la administración de la gracia.


Faltan tres celebraciones por cumplir, las llamadas “Fiestas de otoño”: “La Fiesta de las Trompetas” que se asocia con el rapto de la iglesia. “La fiesta del Día de la Expiación”, que se asocia con la segunda venida de Cristo a la tierra, y “la Fiesta de los Tabernáculos”, que se asocia con el Reinado del Milenio.

Nuestro Señor ha cumplido las primeras fiestas con gran exactitud y cumplirá las tres restantes con la misma precisión.

Estas citas divinas de Dios con Su pueblo Israel, tienen un significado que nos hace falta comprender aún mucho más.

La vida y ministerio de nuestro Señor Jesucristo ha partido en dos la historia de la humanidad. Él es el ser humano más asombroso, importante y relevante que haya pisado jamás esta tierra. ¡Nadie ha llevado a cabo una obra tan extraordinaria como Él!

Mientras los judíos celebran la Pascua, nosotros celebramos nuestra liberación de la esclavitud y de la corrupción del pecado.

Nuestro REY de reyes está regresando. Aquellos que hemos creído en Él, un día nos encontraremos con Él cara a cara en nuestros nuevos cuerpos vestidos de inmortalidad. ¡Nuestro Rey está volviendo! ¡Amén! ¡Sí! ¡Ven, Señor Jesús!

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