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Dios no está presente para encontrar fallas en ti. Joseph Prince

 

Proverbios 3:6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

Algo muy único y precioso sucede cuando ves que el Señor está contigo. Confía en el Señor para abrir tus ojos y verlo en tu situación, y cuanto más lo ves, más se manifiesta a Sí Mismo.

Si estás a punto de comprometerte con un acuerdo comercial importante, te aseguro que si puedes ver al Señor allí contigo, Su sabiduría fluirá a través de ti y te dará una visión sobrenatural para localizar cualquier laguna, detalle o cláusulas de salida que faltan en ese contrato que estás a punto de firmar.

Una vez que involucres a Jesús y reconozcas Su presencia, sentirás que Él interviene en cualquier decisión que estés a punto de tomar, a través de la ausencia o presencia de Su paz. A veces, todo puede parecer en orden en la superficie, pero de alguna manera, puedes sentir una incomodidad surgiendo en ti cada vez que piensas en tu decisión. Mi consejo para ti sería que no te apresures.

Verás, una vez que has involucrado al Señor, la falta de paz que sientes es a menudo Su guía para protegerte. Incluso puedes estar en medio de una discusión con tu cónyuge, pero en el momento en que tomes conciencia de la presencia del Señor, tus palabras cambiarán.

De alguna manera, habrá una restricción sobrenatural que sabes que no proviene de ti mismo. ¡Ese también es el Señor!

Amado, es importante que erradiques la noción de que el Señor está presente para encontrarte fallas. Es posible que hayas sido criado en un ambiente donde tus padres constantemente se burlaban de tus faltas y te señalaban tus errores, pero no proyectes esta característica en el Señor.

Dios conoce cada idiosincrasia acerca de ti, y aún te ama perfectamente porque te ve a través del lente de la cruz, donde Su Hijo ha removido cada flaqueza o fallo de tu vida. Esto significa que incluso tu discusión actual con tu cónyuge es lavada por la sangre de Jesús.

La presencia del Señor está contigo, no para juzgarte ni golpearte en la cabeza con un bate gigante en el momento en que fallas. No, amigo mío, Su presencia está contigo para dirigirte, guiarte y llevarte a ser más como Cristo y para que tengas éxito en cada esfuerzo que emprendas.

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