Lo que crees importa. De Joseph Prince
Mateo 12:35 El hombre
bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal
tesoro saca malas cosas.
Durante las últimas dos
décadas, he tenido el privilegio de ministrar a personas valiosas de todos los
ámbitos de la vida. He tenido el honor de conocer personas en mi congregación y
en conferencias alrededor del mundo y escuchar sus historias. Para aquellos a
quienes no pude conocer en persona, sus cartas y correos electrónicos que me
enviaron contaron sus historias.
Historias de liberación
de años de ansiedad y depresión. Historias de ser rescatados de la prisión del
miedo. Historias de cómo se han liberado de hábitos y adicciones destructivas.
Sin embargo, por cada
persona que encontró su avance, también conozco a muchas que todavía están
luchando hoy. Están atados por graves inseguridades, atrapados por todo tipo de
desórdenes y atenazados por el miedo constante. Han intentado todas las
soluciones que se les han ocurrido, pero todavía luchan desesperadamente por
liberarse de sus prisiones emocionales y físicas.
¿Cómo se liberaron
aquellos que experimentaron victoria? ¿Por qué otros siguen atrapados?
La respuesta es simple
pero poderosa: sus creencias. Lo que tú crees es vital.
Verás, si crees mal,
lucharás con pensamientos erróneos. Los pensamientos erróneos producirán
emociones nocivas que conducirán a sentimientos tóxicos de culpa, vergüenza,
condenación y miedo. Y esos sentimientos equivocados, en última instancia,
producirán conductas, acciones y adicciones dolorosas equivocadas.
Creer equivocadamente te
lleva a un camino de derrota. Es lo que te mantiene atrapado y te lleva cada
vez más profundamente a un cautiverio paralizante.
Creer correctamente, por
otra parte, es la puerta para salir de este círculo vicioso de derrota. Cuando
creas correctamente, vivirás correctamente. Creer correctamente siempre produce
vivir correctamente.
Hoy, comienza a creer correctamente
eligiendo conocer y creer en las poderosas verdades de la Palabra de Dios y en
Su amor por ti. En los días venideros, dispón tu corazón para descubrir y
meditar en el Salvador que tienes en Cristo y lo que Él ya ha logrado por ti.
Elige renovar tu mente
con las verdades de Dios sobre quién eres realmente en Cristo y lo valioso que
eres para Él. ¡Oro para que a medida que comiences a encontrarte con la persona
de Jesús, comiences a experimentar tu gran avance y tu victoria duradera!
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