La adoración trae una transformación duradera. De Joseph Prince
Marcos 14:8-9 Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella. Cuando se trata del valor que le damos a Jesús, permíteme compartir contigo algo poderoso que te hará crecer en tu relación con el Señor y traerá una transformación duradera en tu vida. En el Antiguo Testamento, el holocausto era traído literalmente en tres tamaños: grande, mediano y pequeño (Lev. 1:1–17). Los ricos traerían un toro caro; el de clase media, un cordero; y los pobres, un par de palomas o tórtolas fáciles de conseguir. Ahora bien, aunque las ofrendas diferían en tamaño, en términos de valor para Dios, todas eran iguales y aceptables para Él, porque todas le recordaban el final y perfecto sacrificio de Su amado Hijo. Entonces, ya fuera un toro, un cordero o un par de tórtolas, todas eran aceptados y muertas, y su sangre