Sanidad a los corazones rotos Por Michelle Perry
¿Qué pasa cuando nuestro viaje de la vida, literalmente ha hecho polvo nuestros deseos de vivir? Las expectativas retrasadas hacen que nuestro corazón se enferme, que se debilite y sea frágil, pero las peticiones concedidas, el deseo específico cumplido da a luz un árbol que produce la vida.
Es en estos
lugares de dolor, cuando aún nuestras fuerzas por el "deseo por
vivir" son abatidas, podemos tomar los pedazos de nuestro corazón y
ofrecerlos a Aquel que ama liberar a los cautivos y predicar buenas nuevas a
los abatidos de espíritu.
Salmos 147:3
Él sana (como una
reparación de costura, haciéndonos enteros) a los quebrantados de corazón (a
aquellos que tienen el corazón (sede de los afectos, los sentimientos, el
coraje y la voluntad) roto en pedazos, aplastado, mutilado y completamente
destrozado por la violencia), y venda (envuelve firmemente, cubriendo,
gobernando, cobijando y encerrando) sus heridas, el dolor, las penas, las
aflicciones, las lesiones, las heridas y tristezas {ídolos}. (Versión
Extendida de Michelle).
Él toma los
pedazos de nuestro corazón y los repara poniéndolos juntos como si fueran una
costura. ¿Alguna vez has reparado un vestido rasgado? ¿Cuál es la parte más
fuerte de la prenda? Exactamente. La parte que ha sido cosida de nuevo. ¿Esto
podrá ser de lo que trata 2 Corintios 1:3-4?
Bendito sea el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda
consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que
podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por
medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Y Él venda nuestras
heridas. La palabra herida es una palabra muy, muy
interesante en hebreo. Esta significa el dolor, la pena y tristeza verdaderos.
Pero también es una palabra que puede significar un ídolo. Los
lugares de nuestro dolor, nuestra pena, nuestra profunda tristeza (si no se
ofrecen a Jesús) pueden convertirse en lugares de idolatría. Cuando un dolor se vuelve tan grande que
nubla nuestra visión de Dios o distorsiona Su verdad, se convierte en un ídolo.
Si permitimos que una parte rota de nosotros crezca como un ídolo, la idolatría
establece un altar demoníaco, un asiento para que un gobierno falso descanse y
operare desde ahí. Muchos de los que ministran sanidad interior, llamar a
esto un punto de entrada para la opresión demoníaca.
Pero Dios es tan
bueno, tan dulce. Si se lo permitimos, Él venda incluso esas heridas.
Literalmente, Él gobierna sobre ellas, envolviéndolas con firmeza en Su amor, y
así, su gobierno prevalece sobre cualquier otra cosa que quiera levantarse para
tener autoridad para gobernar en medio de nuestro dolor. Pero tenemos que permitirle a Dios que entre en estos lugares para que
gobierne sobre ellos...
Restaurando el
deseo
En primer lugar,
ofrecemos nuestro corazón hecho pedazos y nuestras heridas a Jesús. Y él los
cura y nos hace libres. A continuación, el proceso de tener el deseo restaurado
de vivir es un viaje de ceder, de permitirle que él que Su amor reine nuestro
ser.
Salmos 37:4
Deléitate asimismo en Jehová, y él te
concederá las peticiones de tu corazón.
Este versículo
literalmente significa ser moldeable (como barro) y flexible en
el Señor, y Él hará, añadirá, sanará y restaurará los deseos de tu corazón. Nos
quedamos cerca de Él, y nos disponemos a ser barro en sus manos en su Presencia
y ¡Él lo hace! Entender el contexto original de la lingüística de la Escritura
despliega completamente nuevas profundidades de revelación y una nueva visión.
Contrariamente a lo que comúnmente he oído predicar, este versículo no está hablando de hacer que Dios te dé
un Cadillac o más bienes raíces. ¡Está hablando de tener la capacidad de desear
ser restaurado y hecho todo de nuevo! Ahora, Papá es un buen Padre que sabe lo
que necesitamos, que quiere cuidar de nosotros. Incluso quiere bendecirnos más
allá de nuestra propia imaginación. ¡Pero tenemos que salir del camino y
permitirle a El que lo haga!
Cuando mis hijos
quieren pasar un rato y simplemente estar conmigo, no hay nada que no les
daría. Yo los inundo con golosinas y momentos especiales. Sin embargo, cuando
su enfoque entero es sobre un camión de juguete y lo demandan a su manera, esto
realmente les roba el gozo y la posibilidad de que yo los bendiga. Y me doy la
media vuelta. No porque no quiera bendecirlos. De hecho lo hago. Más de lo que
ellos entienden. Pero me contengo porque no quiero que el foco de sus deseos
esté por encima de la bendición.
Quiero que vean
sus deseos desde una perspectiva correcta, un corazón centrado en la relación,
atrae la bendición que viene con la relación. Sin embargo, cuando nuestros
corazones se centran en lo que podemos obtener de la relación, esto rápidamente
resulta en manipulación. La Escritura nos dice que la manipulación realmente es
la misma cosa que la brujería. Qué horror. Así que quiero entrenar a mis hijos
en los principios del Reino y los protocolos en una relación con alguien a
quien ellos ven cómo se relaciona correctamente con un Dios que ellos están
aprendiendo a ver.
Mateo 6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
¿Qué significa buscar primero? ¡Apuesto
a que sabes! Desear primero el reinado, el imperio y el gobierno de Dios y su
justicia, su equidad, su carácter en nosotros, y entonces todo lo demás (alimento,
vestido, vivienda, transporte) será añadido. Y aquí estamos de vuelta en el
punto de partida: la importancia de poner el deseo en Él.
El deseo correcto
puesto en nosotros, crea una atracción para las provisiones de los cielos.
Juan 15:7 Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis,
y os será hecho.
El deseo colocado
en nuestro corazón en el lugar correcto, establece una plataforma para la
demostración de la fe. En pocas palabras: Si no hago el sueño de Dios mi sueño, difícilmente veré mi deseo cumplido. Una de las
razones que tenemos tanta esperanza diferida en el Cuerpo es que no se cultiva
el deseo piadoso. Esta historia comienza en el lugar donde soñamos con Dios y
con hacer que sucedan Sus deseos aquí en la tierra.
Por lo tanto
estamos soñando con Dios aquí en el sur de Sudán, permitiéndole escribir su
historia en nuestros corazones y en nuestras vidas cuando nos sometemos a Él.
¿Qué tal tu mi amigo? ¿Qué estás soñando con Él donde quiera que estés en este
momento? La historia está siendo escrita por lo que atrae tu deseo. ¿Qué tipo
de historia quieres escribir con tu vida?
Michelle Perry.
Comentario sobre “Sanidad a los corazones
rotos”
Por Claudia Juárez
Fue una gran
bendición para mí trabajar en la traducción de los orientalismos del Obispo
Pillai. ¡La profundidad y las riquezas de las Sagradas Escrituras son realmente
asombrosas! Hay muchas cosas que me bendicen al conocer más a profundidad las Escrituras,
pero especialmente pensaba en el “pacto de sal” que es parte de la cultura
oriental y que nuestro Dios menciona en Su Palabra.
2ª Crónicas 13:5:
¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel
para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de sal?
Un pacto de sal es
un compromiso absolutamente solemne de fidelidad a alguien que hacían los orientales.
Una persona se dejaría matar antes que faltar a este pacto echo con algún familiar
o amigo. Cuando un oriental hacia un pacto de sal, tenía un compromiso de ayudarte,
apoyarte y ampararte en cualquier circunstancia. Dios hizo un “pacto de sal” con
Israel, pero ha hecho con nosotros un pacto de sal mucho más grande que el que
hizo con los hijos de Israel al recibirnos en Su seno como hijos amados, este
pacto que ha hecho con nosotros es un PACTO DE AMOR Y FIDELIDAD ETERNO.
Nuestro amado
Padre ha hecho “un pacto de sal”, un pacto de amor con nosotros lo cual
significa que Él es fiel a nosotros y que Su fidelidad la respalda con todo Su
poder y honorabilidad. Él ha “alzado Su mano” y ha jurado guardarnos,
protegernos, bendecirnos, ampararnos y amarnos por toda la eternidad. Esto es
simplemente un grandísimo y maravilloso descanso.
Pensaba en que
también nuestro señor Jesucristo hizo ese “pacto de sal” con nosotros. De tal
forma fue su honorable compromiso y fidelidad a Dios y para con sus hermanos,
que sufrió la muerte más espantosa, cruel, humillante y dolorosa. Y lo que él arrebato
con su contundente triunfo al ángel de luz caído (Satán), lo ha compartido por
pura gracia con todos sus hermanos y de hecho, con toda la humanidad.
Tenemos un
“compromiso de amor y fidelidad” hecho por Dios y por nuestro Señor Jesucristo
en nuestro respaldo. Tanto nuestro Dios, como nuestro Señor Jesucristo anhelan
“sentarse a nuestro lado y que cenemos con ellos y ellos con nosotros” es
decir, ellos anhelan una relación de profunda intimidad con nosotros, no para
‘arrebatarnos o pedirnos algo”, sino en realidad ellos desean que nos sentemos
a cenar con ellos haciendo el pacto de sal, para amarnos y bendecirnos
eternamente.
Proverbios 4:18
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta
que el día es perfecto.
1 Juan 5:14,15 Y
esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que
pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
¡Me impacta lo que
dice este versículo! ¡El NOS OYE!, ¡ESCUCHA NUESTRO CLAMOR! ¡ÉL SABE, CONOCE Y
ENTIENDE NUESTRO DOLOR, ANGUSTIAS, FRAQUEZAS Y CARENCIAS! ¡DIOS SABE QUE SOMOS
POLVO Y SE APRESURA A RESPONDERNOS!
Cuantas veces
anhelamos que alguien se tome el tiempo de escuchar lo que hay dentro de
nosotros y nos brinde su amor o al menos consuelo. La Biblia dice que si nos
acercamos a Él en oración, Él nos ha escuchado, y que si pedimos alguna cosa
conforme a Su voluntad, ¡El nos oye!
Es maravilloso el
relato de Ana, la madre del profeta Samuel en 1Samuel 1. Esta mujer ejemplifica
perfectamente el documento “Sanidad a los corazones rotos”. ¡Ana tenía partido
su corazón en mil pedazos! Ella era estéril y no podía tener hijos, si esto es
una desdicha hoy día, en aquella época y cultura era una inmensa desgracia. Se
pensaba que el favor de Dios se había apartado de ella. Su marido tenía otra
esposa, Penina, quien sí tenía hijos, y Penina molestaba, irritaba y lastimaba
a Ana con toda esta historia. Ana estaba consumida de dolor y tristeza. Así,
ella fue a la Presencia de Dios, se arrodillo ante Él y le derramó su corazón.
Eran tantas sus lágrimas y sufrimiento mientras hablaba con el Altísimo, que el
sacerdote Elí (quien no tenía ninguna agudeza espiritual), pensó que ella estaba
bebida, embriagada con alcohol. Elí la juzgo, la menospreció y reprendió
diciéndole que fuera a digerir su vino a otra parte.
1 Samuel 1:15 Y
Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de
espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma
delante de Jehová.
1:16 No tengas a
tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi
aflicción he hablado hasta ahora.
1:17 Elí respondió
y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
1:18 Y ella dijo:
Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino,
y comió, y no estuvo más triste.
1:19 Y
levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron
a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de
ella.
Ana tenía su
corazón roto, lleno de dolor, vergüenza, humillación y tristeza. Ella hizo
aquello de lo que habla Michelle en su testimonio: traer esos pedazos de
corazón delante de Jehová y esperar en Él. Ella derramó su alma ante Dios. Ella
creyó que su vida y su petición estaban en manos del Dios Altísimo, y “no
estuvo más triste”. Ella enseguida adoró al Dios del cielo persuadida de que su
clamor había subido hasta Él y de que Él en Su gran bondad le respondería. Dios
es fiel y Ana lo creyó. Dios le respondió y le dio por hijo a Samuel, uno de
los hombres más maravillosos que ha pisado esta tierra, fiel profeta de Jehová.
Dios siempre nos
escucha, pero ¿Qué oraciones responde el Padre? Michelle nos comparte que
debemos rendirnos ante Dios, hacernos a un lado y permitir a nuestro Padre que
trabaje por y para nosotros. ¡Las oraciones que Dios siempre responde son
aquellas que glorifican Su Santo Nombre!
Nuestro Dios no es
el genio de la lámpara mágica o nuestro “Ada madrina” que concede todos
nuestros deseos (que quizá sean mezquinos y egoístas, o que simplemente no sean
lo mejor para nosotros). Cuando mis hijos eran pequeños, yo no respondía a sus
peticiones caprichosas o cuando sabía que no sería para el bienestar de ellos.
Si ellos amaban comer kilos de dulces, yo no podía concederles eso porque
evidentemente eso es malo para su salud. Tampoco les daba todo lo que me pedían
cuando íbamos de compras. La vida no es así, no podía resolver todas sus exigencias,
aunque ellos hicieran el mayor berrinche de su vida en público. Yo tengo que
hacer y decidir (con mi muy limitado entendimiento y con la ayuda de Dios) lo
que es mejor para mis hijos. Y ¿!Qué tal el Dios Todopoderoso!? ¿Él sabrá lo
que nos conviene y sabrá dárnoslo en el tiempo y la forma apropiada??? ¡SI!
EL LO SABE.
Ana descansó en
Dios. Ella supo que Dios la había oído y sencillamente esperó en El. No estuvo
más triste y adoró a Dios. No siguió poniendo sus ojos en su dolor y profunda
tristeza, sino que puso sus ojos en el Dios vivo y Todopoderoso quien fue capaz
de responder su clamor, y de una forma mucho más alta de lo que ella había
pedido. Ella anhelaba un hijo y Dios le concedió varios hijos. ¡Así, de esa
altísima forma responde nuestro dulce Abba Padre!
Muchas veces
pienso en la oración de Jesús en Getsemaní. Jesús no quería sufrir aquella
muerte espantosa, y pidió al Padre que pasara de él aquella copa. ¿Dios lo
escuchó? ¡Claro que lo hizo! Jesús dijo que su alma estaba triste hasta la
muerte y se arrodillo ante la Presencia de Dios para derramarle su terrible
angustia, y oró tres veces la misma cosa:
Mateo 26:39 Yendo
un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si
es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como
tú.
Un ángel fue
enviado para fortalecer a Jesucristo en estos terribles momentos que tuvo que
enfrentar. Hebreos dice que “por el gozo puesto delante de él, menosprecio la
cruz y se sentó a la diestra del Padre”. Jesucristo fue lleno de sabiduría que
le hizo ver la contundente victoria qué lograría y cómo él sería el príncipe de
la Creación, esto dio fuerza a su alma y glorifico a su Padre en esa cruz,
muriendo por todos nosotros.
Nuestro Dios no se
agrada del dolor o en vernos sufrir. Sin embargo, el sacrificio perfecto de
Cristo, su muerte tan dolorosa era NECESARIA para redimir a la humanidad. Al
morir Cristo, obtuvo LA VICTORIA sobre la muerte, el pecado y
las consecuencias del pecado. Después de ese sacrificio, Dios no quiere ningún otro
en nuestras vidas. No quiere vernos enfermos, tristes, amargados, agobiados,
con carencias. ¡Debemos elevar nuestros ojos al cielo para extender nuestras
peticiones y pedir que Su voluntad sea hecha en la tierra, así como en el
cielo! ¡Que Su bondad, misericordia, poder y amor reine en nuestras vidas!
¡Es bellísimo lo
que Michelle dice!:
“Papá es un buen
Padre que sabe lo que necesitamos [¡Un Padre muy, muy bueno!]. Que quiere
cuidar de nosotros. Incluso quiere bendecirnos más allá de nuestra propia
imaginación. ¡Pero tenemos que salir del camino y permitirle a El que lo haga!”
Muchas veces
estamos tan tristes, que no pensamos, solo le damos espacio a nuestro dolor.
Pero, ¿saben? Uno de los privilegios y gozos más grandes que tenemos, es el
GOZO DE DAR. Aun en las situaciones más duras, más adversas y dolorosas,
podemos descansar en Dios y estar TAN SEGUROS Y ABSOLUTAMENTE PERSUADIDOS de
que Él nos escucha, que entonces podemos extendernos a darnos a los demás. Dar
de nuestro amor, de nuestro tiempo, de nuestros recursos, de todo lo nuestro.
El dar es una
llave, una puerta maravillosa para que fluya la vida de Cristo entre nosotros.
Simplemente es hermoso dar y amar a los que Dios nos acerque, aun cuando
nosotros estemos “tristes hasta la muerte”. Dios cuida de mí, así que yo puedo
poner mis ojos solo en Él y tener el privilegio de DAR. ¡Dar es realmente muy
sanador!
Salmos 5:11,12
Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre,
porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú,
oh Jehová, bendecirás al justo, como con un escudo lo rodearás de tu favor.
Dios sabe perfectamente
qué te conviene, qué es lo mejor para tu vida y cómo y cuándo suplirlo, si confías
y descansas en Él, CIERTAMENTE ÉL HARÁ.
PADRE, PARA TI
TODA LA GLORIA, LA HONRA, LA ALABANZA, EL HONOR Y EL PODER POR LOS SIGLOS DE
LOS SIGLOS. ¡AMEN Y AMEN!
¡Dios los bendiga!
Claudia Juárez
Garbalena
EL PACTO DE SAL -
Por Bishop KC Pillai:
Estimada Claudia, la grandeza de nuestro Padre derramada en la enseñanza dada po Perry y tu comentario me ha llenado de un tremendo gozo y gran regozijo en mi corazon....Amen!!!
ResponderEliminar@Fe Bendito y alabado sea nuestro Dios! Gracias al Dador de todo lo bueno a nuestras vidas! Saludos FE, Dios te bendiga!
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