Tu voz es un arma. ¡Úsala! De Keneth Hagin
Quiero decirles algo esta noche, algo que el diablo no quiere que escuches. Y quiero que me escuches muy bien porque le estoy hablando a alguien que siente que ya no hay salida. Estoy hablando con alguien que piensa que su historia ha terminado, pero vine a decirte que tu historia no ha terminado, ni por asomo. Había un hombre joven, nunca lo conocí en lo natural, pero conozco en el espíritu a los que son como él. Él tenía un nombre al igual que tú y yo, llamémosle Derek, criado en la iglesia, escuchó un poco de la Palabra mientras crecía, pero nunca lo suficiente para que se arraigara en él. Verás, una cosa es escuchar la Palabra, otra cosa es pararse firme en ella. No puedes estar firme en lo que nunca has creído, y no puedes creer lo que nunca has oído. Es por eso que la Biblia dice que la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios. Bueno, Derek había escuchado un poco, pero la vida había sido dura. Las cosas no salieron de la forma en que las había planeado....