Déjalo ir y vive una larga vida. Capítulo 19 de "Vive la vida dejando ir" de Joseph Prince
Quizá a alguno de ustedes
que lee este libro los médicos le han dicho que sus días están contados, que
solo tienes unos pocos años o tal vez incluso meses de vida. O quizá tus padres
fallecieron cuando aún eras joven, y tienes miedo de que tú también mueras
joven. Con el debido respeto a los médicos (gracias a Dios por los médicos, que
están en el mismo lado luchando contra las enfermedades y las dolencias), las
cosas que son imposibles para el hombre son posibles con Dios. Lo que sea que
te hayan dicho los médicos, quiero que sepas que la Palabra eterna del Dios
viviente declara que con larga vida, Él te saciará (mira Sal. 91:16). Entonces
mantengámonos firmes unidos en la fe en esta promesa de la Palabra de Dios.
Este capítulo trata sobre
el deseo de Dios de que vivas una vida larga y saludable, una vida de dejar ir y
libre para disfrutar plenamente de las bendiciones que Él ha preparado para ti.
Yo creo que el Señor ha escondido secretos para la salud en Su Palabra que te
bendecirán, especialmente cuando ves cómo está todo relacionado con lo que
hemos estado hablando a lo largo de este libro. Y mientras sigues leyendo, oro
para que el Señor establezca tu corazón con Su promesas y expulse todo temor en
tu vida.
Un
corazón en paz da vida al cuerpo
Este capítulo es tan
vital porque te voy a mostrar cómo vivir la vida de dejar ir, viviendo libre de
estrés y caminando en Su shalom -todas las cosas de las que hemos estado
hablando en este libro- tienen un impacto en nuestra salud. ¿Quieres que vida
sea liberada en tu cuerpo? La Biblia nos dice cómo. Déjame mostrarte algunas
diferentes traducciones de Proverbios 14:30 para que podamos ver más claramente
lo que el Espíritu Santo quiere decir:
Un corazón en paz da vida
al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. Proverbios 14:30 (NVI en inglés)
Un corazón pacifico
conduce a un cuerpo saludable; los celos son como el cáncer en el huesos. Proverbios
14:30 NLT
Un corazón tranquilo es
vida para el cuerpo, pero la pasión [emoción incontrolable] es podredumbre para
los huesos. Proverbios 14:30 NASB
¿No es asombroso leer
todas estas traducciones juntas? Cuando estás meditando en un versículo, esta
es una forma en la que realmente puedes profundizar para masticar las verdades
en un solo versículo. Veamos la traducción de Nueva King James de este
versículo:
Un corazón sano es vida
para el cuerpo, pero la envidia es podredumbre para los huesos. Proverbios
14:30
La palabra hebrea para “sano”,
que describe al corazón en este versículo, es la palabra marpe, que
significa “sanidad” o “cura”. Entonces, ¿qué te dice todo esto? ¡Cuando tu
corazón está en paz, cuando está tranquilo y pacífico, se convierte en un
corazón sanador que le da vida a tu cuerpo! En otras palabras, si quieres vivir
mucho tiempo, ten una actitud relajada. ¡No permitas que tu corazón se turbe ni
tenga miedo! (mira Juan 14:27).
Si
quieres vivir mucho tiempo, no permitas que tu corazón se turbe, ni tenga
miedo.
Secretos
de sanidad en el idioma hebreo
¿Puedo tomar un tiempo
para mostrarte algunos secretos más sobre la salud sobrenatural ocultos en el
idioma hebreo? Así es como se ve marpe en hebreo:
Recordando que el hebreo se lee de derecha a izquierda, cuando remueves la primera letra, mem, para llegar a la raíz de este sustantivo, obtendrás las palabra rapha:
Rapha
significa “sanar”, y esta es la misma palabra que el Señor usa para referirse a
Él mismo como nuestro Jehová Rapha, “el Señor que te sana” (Ex. 15:26).
Ahora, si vamos un paso más allá, veremos que rapha está estrechamente
relacionado con el verbo raíz raphah, que significa “relajarse, dejar ir”.
En otras palabras, en
hebreo, la sanidad está estrechamente vinculada al acto de relajarse.
Encuentro esto muy interesante. Relajarse. ¿Esto no te recuerda a lo que he
estado compartiendo contigo sobre dejar ir tus preocupaciones, relajarte y
permitir que Su provisión fluya a través de esas tuberías del cielo? ¿No te
recuerda también el ritmo no forzado de la gracia? Esto también confirma la
conexión sobre la que acabamos de leer en Proverbios 14:30, entre tener un
corazón en paz y cómo eso da vida a nuestros cuerpos.
Hay más verdades ocultas en la palabra rapha que quiero mostrarte. Cada letra hebrea tiene una representación o idea. Leyendo de derecha a izquierda, la primera letra de rapha es resh, la letra en medio es pey y la última letra es aleph. La representación asociada con resh es una cabeza. Eso es lo que solemos usar para pensar y meditar. La representación que corresponde a pey es la de una boca: lo que usamos para hablar. Finalmente, la representación vinculada a la letra aleph es el buey de sacrificio.
Letra hebrea:
Nombre: aleph pey resh
Pictograma: buey sacrificial boca cabeza
Poniéndolos juntos, ¿qué
ves? ¡La sanidad llega cuando la cabeza y boca hablan del sacrificio! Lo más que
meditamos y hablamos sobre el sacrificio que nuestro Señor Jesús hizo en la
cruz, lo más que caminaremos en la salud que Él pagó por nosotros para que
poseamos. Si estas confiando en el Señor por sanidad hoy, mantente pensando y
hablando de Su sacrificio. Sigue meditando en versículos que hablan de Su obra
terminada. Declara por fe que ciertamente Él ha cargado todas tus enfermedades
y ha llevado todas tus dolencias (mira Isaías 53:4). Da gracias a Dios por
todos Sus beneficios. Alábalo por perdonar todas tus iniquidades, por sanar
todas tus dolencias, y por redimir tu alma de la destrucción (mira Sal. 103:2-4).
Las
palabras de Dios son salud para todo tu cuerpo
Permíteme mostrarte otra
porción de la Escritura:
Proverbios 4:20-22
(negrillas mías) Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis
razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque
son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
¿Qué nos dice Dios que
hagamos? Él nos dice que estemos atentos a Sus palabras y que inclinemos
nuestros oídos a Sus razones. Él nos exhorta a no permitir que Sus palabras se
aparten de nuestros ojos. Esto significa que debemos mantener nuestro enfoque y
atención en Sus palabras. Cualesquiera que sean los informes negativos o
diagnósticos que hayamos recibido, mantengamos nuestros ojos en Sus palabras y
nunca las pierdas de vista. Permitamos que Sus promesas penetren profundamente
nuestros corazones. Y cuando hacemos eso, la Biblia declara que Sus palabras “son
vida para aquellos que las encuentran, y salud (o medicina) a todo su
cuerpo”. Por cierto, la palabra hebrea para salud aquí es marpe. La
Palabra de Dios es sanidad para todo nuestro cuerpo. Es sanidad para
nuestros ojos. Es sanidad para nuestros riñones. Es sanidad para nuestros
huesos. Es sanidad para nuestra piel. Es sanidad para nuestros pulmones. ¡Es sanidad
para todo nuestro cuerpo! ¡Ni una sola parte de nuestros cuerpos quedará
intocable para el poder sanador de la Palabra de Dios!
Muchos tratamientos
funcionan en un área de tu cuerpo pero pueden resultar en efectos negativos en
otras partes de tu cuerpo. Por ejemplo, algunos medicamentos pueden evitar que
la tuberculosis ataque tus pulmones pero podrían hacerte sufrir vértigo. Otro
tratamiento podría detener las células cancerosas pero causar que pierdas el
apetito y que sufras anemia. Si estás pasando por tales tratamientos hoy, ¿puedo
alentarte a no permitir que la Palabra de Dios se aparte de tus ojos? Incluso
mientras escuchas el consejo de tu médico, ¡guarda la Palabra de Dios en medio
de tu corazón y contrarresta cualquier posible efecto secundario de tu
tratamiento médico con la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios! Mantente
leyendo, escuchando y hablando sobre nuestro Señor Jesús, quien “sanó toda
clase de enfermedades y todo tipo de padecimientos” (Mateo 4:23). Continúa
declarando que Su Palabra es salud para todo tu cuerpo. ¡Recibe el shalom
que nuestro Señor Jesús te legó y mantente meditando sobre cómo la Palabra da vida
a tu cuerpo entero!
Si
estás atravesando un tratamiento médico hoy, contrarresta cualquier posible
efecto secundario con la Palabra de Dios.
Pero, Pastor Prince, ¿no
puede ver cuán grande es este tumor? ¿No puede ver esta placa de rayos-X? Amigo
mío, ¿puedo alentarte a mantener la vista en la Palabra de Dios escrita? De
hecho, esa Palabra dice: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las
que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven
son eternas” (2 Cor. 4:18). Ese análisis de sangre y la lectura de marcadores
de cáncer son temporales; la Palabra de Dios es eterna. Ese informe médico y la
tomografía computarizada son naturales; la Palabra de Dios es sobrenatural. El
hombre está sujeto a fracasos y errores; Dios nunca falla ¿Amén? ¡Cuanto más
pienses y declares Su Palabra, más podrás experimentar tu sanidad sobrenatural!
Liberado
de cáncer en la vejiga
Permíteme compartir contigo
el poderoso testimonio de Dana, quien se paró firme en la Palabra junto con su
esposo y vio al Señor liberarlo de cáncer en la vejiga. Cuando su esposo
descubrió que estaba sangrando al orinar, fueron a ver a un médico que les dijo
que tenía una condición en la próstata. Pero mientras que el sangrado
continuaba empeorando, Dana sintonizó mi programa un día y me escuchó enseñar
sobre la Santa Comunión y sobre pararse firme en la Palabra de Dios por nuestra
sanidad, salud y completitud. Ella compartió lo que había escuchado con su
esposo y comenzaron a participar de la Santa Comunión juntos. También
comenzaron a aferrarse a las Escrituras de sanidad y a confesar el Salmo 91 y 1
Pedro 2:24 sobre él y su condición.
Se aferraron a la Palabra
y practicaron el participar de la Cena del Señor como lo habían leído en la
Palabra, incluso cuando recibieron noticias del médico acerca de su esposo de
que el sangrado era causado por un tumor agresivamente maligno en su vejiga. A
pesar de retirarlo, se les dijo que el cáncer se había extendido a la pared
interna de la vejiga y que debían remover la vejiga de su esposo. Pero quiero
que veas lo que dijo Dana sobre cómo ella y su esposo respondieron a estas
noticias y qué sucedió después:
Aunque este informe fue desalentador,
continuamos creyendo en el Señor Jesús confesando Su Palabra y participando de
la Santa Comunión.
Cuando fuimos por una
biopsia que el médico había ordenado para mi esposo, los resultados demostraron
que no se encontraban rastros de cáncer ni tumores nuevos en la vejiga de mi
esposo. ¡Gracias a Jesús por la victoria y su obra finalizada! ¡Toda la gloria sea
para Él!
¡Alabado sea el Señor!
¡Qué testimonio tan inspirador del poder de la Palabra de Dios para traer salud
y vida a nuestros cuerpos. Los síntomas pueden no desaparecer de inmediato,
¡pero a medida que sigas creyendo, meditando y declarando Su Palabra, esa
Palabra no volverá vacía!
Recibe
tu sanidad
Amado, mientras te
aferras a Su Palabra, cualquiera que tu condición pueda ser, yo estoy creyendo
también contigo por tu completa sanidad en el poderoso nombre de Jesús. Quédate
quieto. Deja de luchar y sabe que Él es Dios. Quédate quieto y ve la salvación,
la ayuda y la liberación de tu Dios. Él no se ha olvidado de ti. En nombre de
Jesús, toda rodilla se dobla. Cualquier padecimiento, cualquier enfermedad,
cualquier condición que puedas tener, se arrodilla ante Jesús. Entonces, en el
nombre de Jesús, sé sano. Ahora mismo, ese mismo Espíritu Santo que resucitó a
Jesucristo de entre los muertos vivifica tu cuerpo. Recibe esa infusión de
fuerza. ¡Recibe la renovación de tu juventud como la del águila y la restauración
de tu fuerza en el nombre de Jesús!
Dios
quiere saciarnos con una larga vida
¿Sabes que Dios quiere
que disfrutes de una vida larga, plena y saludable? Es una bendición vivir para
ver a los hijos de nuestros hijos (mira Salmos 128:6). Pero nuestro Padre
celestial no solo quiere que vivamos una vida larga. Como vimos en los
capítulos anteriores, Él también quiere que disfrutemos días de los cielos sobre
la tierra en cada área de nuestras vidas (mira Deuteronomio 11:21), y esto
significa que incluso a medida que avanzamos en edad, no es la voluntad de Dios
para nosotros vivamos con enfermedad y dolor.
Dios
quiere que disfrutes de una vida larga, plena y saludable.
¿Has escuchado a personas
decir cosas como “debo estar envejeciendo” estoy tan olvidadizo. O “la edad me
está alcanzando: mi cuerpo no funciona tan bien como solía”? Amigo mío, no
aceptes la mentira de que tu cuerpo tiene que deteriorarse a medida que
envejeces. No aceptes que es “normal” debilitarse o tener alguna enfermedad
relacionada con la edad. Eso puede ser cierto para la gente del mundo, pero en
cuanto a ti, hijo de Dios, ¡Cristo te ha redimido de toda maldición (mira Gálatas
3:13)!
Puedes confiar en Dios
para ser como Caleb, uno de los únicos dos espías que entraron a la tierra
prometida porque eligió creer las promesas de Dios en vez de mirar los gigantes
de la tierra. A la edad de ochenta y cinco años, Caleb le pidió a Josué un monte
lleno de gigantes y fue a conquistarlo junto con sus hijos. Caleb declaró:
“Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza
entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar”
(Josué 14:11). Habían pasado cuarenta y cinco años desde que Moisés lo envió
por primera vez a espiar la tierra, pero el Señor no solo lo había mantenido
vivo (véase Josué 14:10), ¡sino que también lo mantuvo robusto, saludable y
fuerte para la guerra! Tú también puedes confiar en Dios para ser como Moisés,
que tenía 120 años cuando murió, “sin embargo, su vista era clara y él era tan
fuerte como siempre” (Deuteronomio 34:7 NLT).
Damas, la Biblia las
llama hijas de Sara (mirar 1 P. 3:6). Cuando Sara estaba en sus sesenta años,
la Biblia nos dice que los egipcios vieron “que ella era muy hermosa” (Génesis
12:14) y la tomaron para el harem de Faraón. Esto le sucedió a Sara nuevamente
cuando ella tenía unos noventa años, con Abimelec, rey de Gerar, que también la
llevó a su harem (ver Génesis 20:2). Ahora, estos eran reyes paganos que habían
elegido las más hermosas mujeres de su tierra. ¿Qué te dice eso? Dios renovó su
juventud. ¡Tú puedes confiar en Dios para ser como Sara y que tu juventud sea
renovada como la del águila (Salmo 103:5)!
El
secreto de George Müller para una vida larga
Uno de mis héroes de los
1800s es George Müller. En el transcurso de su vida, Müller estableció 117
escuelas cristianas que ministran a unos 120,000 jóvenes. Distribuyó más de
285,000 Biblias, más de 1.4 millones de copias del Nuevo Testamento, y más de
240,000 de otros libros y folletos religiosos. Él financió en varios grados a más
de cuatrocientos misioneros, incluido Hudson Taylor. En 1875, a la edad de
setenta, comenzó un período de diecisiete años de viajes misioneros donde
predicó en casi cuarenta países, incluidos los Estados Unidos, India,
Australia, Japón y China. Él fue capaz de predicar en inglés, francés y alemán.
Él era también bien versado en el hebreo, griego y latín.
En el año en que
cumpliría noventa y tres, visitó a dos de sus amigos, quienes eran unos diez
años más jóvenes que él. Se dio cuenta de que él era mucho más fuerte que ellos
y aún podían servir activamente al Señor, mientras que ellos ya no podían.
Después de esas reuniones, comentó: “Me alejé de estos dos amados hermanos,
sintiendo que yo era bastante joven en cuanto a la fuerza, aunque yo soy mucho
mayor que ellos. ¡Oh, qué amable y bueno ha sido mi Padre celestial conmigo! Yo
no tengo molestias ni dolores, no tengo reumatismo, y ahora en mi noventa y
tres años, puedo hacer un día de trabajo en las casas de huérfanos con tanta
facilidad y comodidad para mí como siempre”.
Qué maravillosa imagen de
fe para nosotros: ¡estar sirviendo al Señor en nuestros noventa y no
experimentar dolores ni molestias en absoluto! Cuando Müller falleció más tarde
ese año, él simplemente se fue para estar con Jesús. Había dirigido una reunión
de oración en su iglesia una tarde y su cuerpo fue encontrado en su estudio a
la mañana siguiente, sin ninguna enfermedad en lo absoluto. Creo que así es
como todos los creyentes deberían irse. ¡Cuando estamos satisfechos simplemente
nos dirigimos a estar con el Señor sin ningún dolor o sufrimiento!
Cuando le hicieron la
pregunta, “¿Cuál es el secreto de su larga vida?” Müller, quien leía la Palabra
todos los días, la atribuían a tres causas, una de las cuales era el amor que
sentía por las Escrituras y el constante poder de recuperación que ejercían
sobre todo su ser. ¡Hay un poder vivificador, purificador, resucitador,
rejuvenecedor, y para prosperar en la Palabra de Dios! Por eso el enemigo no
quiere que pases tiempo en la Palabra, ¡pero no le permitas que te impida
cosechar los maravillosos beneficios que el Señor quiere que disfrutes!
Hay
un poder vivificador, purificador, resucitador y rejuvenecedor en la Palabra de
Dios.
Déjalo
ir y vive mucho tiempo
Hay otra razón por la que
estoy compartiendo contigo acerca de la vida de George Müller. Yo creo que
vivió una vida larga y significativa y fue usado poderosamente por Dios porque
él realmente vivió la vida de dejar ir de la que hemos estado hablando a lo
largo de este libro. Yo creo que vivió en la realidad de Filipenses 4:6-7, que
dice:
Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.
Müller dijo: “Durante más
de setenta años no he estado ansioso”. ¿Puedes imaginarlo viviendo la vida sin
ansiedad? Y él no vivió una vida sin ansiedad porque estuviera escondido en una
montaña en algún lugar sin demandas puestas sobre él. Su vida fue muy plena, y
aparte de muchos otros logros, fue responsable por proveer y cuidar a más de diez
mil huérfanos a lo largo de su vida. Algunos de nosotros somos superados
por el estrés cuando tenemos dos o tres hijos que cuidar. ¿Puedes imaginar las
demandas que vienen con el albergue, alimentación, ropa y educación de diez mil
niños? Y sin embargo, esto es lo que él dijo: “Es el gran privilegio del hijo
de Dios no estar ansioso. Y es posible alcanzarlo incluso en esta vida; sí, en
medio de grandes dificultades, y grandes pruebas”.
¿Sabes cómo Müller fue
capaz de no estar ansioso? Él dijo: “He echado mis cargas sobre el Señor, y Él
las ha llevado por mí. El resultado de eso ha sido que 'la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, ha guardado mi corazón y mi mente’. Tú y yo somos
hijos de Dios. Como Müller, tenemos el gran privilegio de no dejar que nuestros
corazones se turben incluso cuando nos enfrentamos a desafíos. ¡Tenemos el gran
privilegio de arrojar nuestras preocupaciones en manos de Aquel que nos ama y
disfrutar la paz que nuestro Señor Jesús vino a darnos!
Cómo
disfrutar largura de días
Se han realizado muchos
estudios en personas centenarias y la longevidad siempre es descrita como algo
que puedes “lograr” si haces las cosas correctas, como vigilar tu dieta y hacer
ejercicio. Hace varios años, Wendy y yo vimos un documental de televisión en el
que dos científicos habían estudiado a los centenarios en Okinawa, Japón,
durante más de tres décadas. Llegaron a la conclusión de que la longevidad de
los centenarios podría ser atribuida a varios factores, incluida la genética,
la dieta, un estilo de vida activo, así como una actitud relajada a la vida. Al
parecer, muchos de los centenarios tienen un dicho común en su cultura: “No te
preocupes, se solucionará”. Estamos de acuerdo en que estas cosas son
importantes, por supuesto. Pero todos estos son medios naturales. ¿Te gustaría
escuchar la prescripción sobrenatural de Dios para una larga vida?
Deuteronomio 30:19-20
(negrillas mías) …os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a
Jehová tu Dios, atendiendo [“obedeciendo” KJV] a su voz, y siguiéndole a él; porque
él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre
la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había
de dar.
¿Viste eso? La Biblia
dice que el Señor es tu vida y la prolongación de tus días. La prolongación de
tus días es una persona: ¡Jesús! Nuestra longevidad y las bendiciones que
podemos disfrutar no se basan en lo que necesitamos hacer, sino que dependen de
Él, quien es todopoderoso, que todo lo sabe y lo mejor de todo, ¡es todo amor! A
causa de Él, nosotros podemos tener una seguridad que es inquebrantable, un
gozo indescriptible y una paz que sobrepasa todo entendimiento!
Nuestra
longevidad no está basada en lo que necesitamos hacer, sino que depende de
Jesús, quien es todopoderoso, lo sabe todo y es todo amor.
Permíteme mostrarte otro
poderoso pasaje de la Escritura:
Salmo 91:14-16 (negrillas
mías) Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en
alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él
estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga
vida, y le mostraré mi salvación.
El secreto de una vida
larga se encuentra en la última línea, que dice: “Lo saciaré de larga vida, y
le mostraré mi salvación”. ¿Sabes cuál es la palabra hebrea para “salvación” en
este versículo? Es yeshua, el nombre de Jesús en hebreo. En otras
palabras, el versículo se puede leer como: “Lo saciaré de larga vida y le mostraré
a mi Yeshua”, o “con larga vida voy a saciarlo mostrándole a mi Jesús”.
Lo más de Jesús que veas en la Palabra, lo más que vas a vivir. Y Dios te dará una
vida larga para que puedas ver más y más y más de Su Hijo. ¿Por qué? ¡Para que
puedas compartir las buenas nuevas de Su salvación con personas que no conocen
las glorias de Su Hijo!
Lo
más que veas de Jesús en la Palabra, lo más que vivirás una larga vida.
Cuando Jesús resucitó de
los muertos, se apareció a dos discípulos en el camino de Emaús. Pero la Biblia
nos dice que Jesús veló sus ojos para que no pudieran reconocerlo en su forma
resucitada. Entonces, “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los
profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas
24:27).
Hasta que lo vieron en la
Biblia, nuestro Señor Jesús restringió sus ojos de reconocerlo. Le pregunté al
Señor una vez: “¿Por qué restringiste sus ojos de verte? ¿No hubiera sido mejor
para ellos haberte visto físicamente?” Su respuesta me dejó sin aliento. Nunca había
escuchado a nadie compartir o predicar sobre esto. Él dijo, “Era más importante
para ellos verme en las Escrituras que verme en persona”. Era más importante
para los discípulos verlo en la Palabra que verlo en persona. Esto nos da
esperanza a todos porque aunque no podamos ver físicamente a Jesús hoy, todos
podemos verlo en las Escrituras. Una vida larga está conectada con ver a Jesús
en la Palabra de Dios, y por eso amo exponer verdades acerca de mi Señor Jesús
en la Biblia. Yo creo que mi trabajo como predicador es magnificar la hermosura
de Jesucristo y proclamar Su obra finalizada. Jesús es “el pan de vida” (Juan
6:35). Él es nuestra “agua viva” (Juan 4:10). Él es “la resurrección y la vida”
(Juan 11:25). Que todos veamos a Jesús y nos alimentemos de Él porque cuando lo
hacemos estamos participando de Su vida de resurrección, Su salud divina y de Su
promesa de una vida larga, ¡de una buena vida!
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