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El rico don en gracia de la justicia. Joseph Prince

 

Romanos 5:17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Si luchas, como lo hacen muchos creyentes, sobre si mereces ser bendecido, favorecido y victorioso, estás haciendo la pregunta equivocada.

La pregunta que deberías hacerte es: ¿merece Jesús ser bendecido, favorecido y victorioso? Debido a que estás en Cristo, tener un futuro bendito no depende de cuánto te esfuerces por ser perfecto o de cuánto trabajes para cambiarte a ti mismo. Depende de la persona de Jesús.

La Biblia proclama: “como él es, así somos nosotros en este mundo” (1 Juan 4:17). ¿Merece Jesús ser bendecido, favorecido y victorioso? ¡Entonces tú también!

Esto es lo que significa estar en Cristo Jesús. Significa que hoy Dios te evalúa y te ve basado en la perfección de Jesucristo. La justicia de Jesús es tu justicia. De hecho, la Biblia explica que debido a que Jesús, que no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros, ahora somos justicia de Dios en Cristo (2 Cor. 5:21).

“Justicia” es un término legal. Significa tener una posición correcta ante Dios. El Diccionario Expositivo De Palabras Bíblicas de Vine define la justicia como “ese rico don en gracia de Dios a los hombres mediante el cual todos los que creen en el Señor Jesucristo son traídos a una relación correcta con Dios”. En otras palabras, tu posición correcta ante Dios se basa en la posición correcta de Jesús ante Dios.

Hoy eres tan justo como Jesús porque tu justicia proviene de Él. Él la compró para ti en la cruz.

Cuando lo recibiste como tu Señor y Salvador, Él quitó toda tu injusticia de una vez por todas y te dio Su don de justicia. Esta justicia es algo que nunca podrás obtener o lograr haciendo lo correcto; sólo puede ser recibida por tu derecho de creer en Jesús.

¿Y sabes qué sucede cuando recibes este don de justicia? La Biblia declara que “los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por uno solo, Jesucristo” (Rom. 5:17).

Oye, cuando tú reinas, tus adicciones no lo hacen. Cuando tú reinas, las enfermedades no lo hacen. ¡Cuando tú reines, el miedo, la depresión y todo obstáculo que te impida vivir tu vida al máximo serán derribados y eliminados!

 

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