"¡Jesús me ama! Esto lo sé" De Joseph Prince
Jeremías 31:3 El SEÑOR se
me apareció desde la antigüedad, diciendo: “Sí, con amor eterno te he amado;
por eso con bondad amorosa te he atraído”.
Escuché la historia de un
ministro de Oregon que fue asignado para brindar asesoramiento en una
institución mental estatal. Su primera asignación fue a una celda acolchada que
albergaba a pacientes trastornados y apenas vestidos. Ni siquiera podía hablar
con los reclusos, y mucho menos aconsejarlos; las únicas respuestas que obtuvo
fueron gemidos, lamentos y risas demoníacas.
Luego, el Espíritu Santo
lo impulsó a sentarse en medio de la habitación y durante una hora entera
simplemente cantar el famoso himno infantil que dice: “¡Jesús me ama! Esto lo
sé, porque la Biblia dice así. Los pequeños le pertenecen; ellos son débiles,
pero Él es fuerte”.
Nada sucedió al final de
ese primer día, pero durante semanas persistió en cantar cada vez con mayor
convicción la misma melodía: “¡Sí, Jesús me ama! ¡Sí, Jesús me ama! ¡Sí, Jesús
me ama! La Biblia dice así”.
Con el paso de los días,
los pacientes empezaron a cantar con él uno por uno. Sorprendentemente, al
final del primer mes, treinta y seis de los pacientes gravemente enfermos
fueron transferidos de la sala de alta dependencia a una sala de autocuidado.
Al cabo de un año, todos menos dos fueron dados de alta de la institución
mental.
Como uno de los himnos
más conocidos y queridos de todos los tiempos, la continua popularidad de este
himno radica en su concisa elegancia al revelar el corazón de Jesús. Nos invita
a reconocer que no importa los desafíos, fracasos y actos errados que uno pueda
enfrentar, el amor de Jesús sigue siendo una constante.
"¡Jesús me ama! Esto
lo sé".
¿Cómo es eso?
“Porque la Biblia dice
así”.
Tan simple, pero tan
poderoso.
Lo sientas o no, el amor
constante de Jesús por ti descansa en la verdad y en el fundamento de Su
Palabra inmutable. Proclama que Su amor por ti y por mí se basa total y
completamente en Él: en Sus promesas, Su obra y Su gracia.
Hoy, deja que llegue la sanidad
y el descanso para tu alma mientras permites que tu corazón se ancle en esta
verdad.
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