Salvación en el Nombre de Jesús. De Joseph Prince
2 Timoteo 4:18 (negrillas
mías) Y el Señor me librará de toda obra mala, y me
preservará para su reino celestial.
El Salmo 91 termina con
un versículo lleno de poder: “Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi
salvación”. Hace muchos años, el Señor abrió mis ojos para ver que aparte de
los cuatro nombres de Dios que cubrimos en los dos primeros versículos del
Salmo 91, hay otro nombre de Dios, un quinto nombre, oculto en la última
palabra del Salmo. 91.
Verás, en hebreo, la
palabra “salvación” es la palabra “yeshua”. ¡Y “Yeshua” es el nombre hebreo de
nuestro Señor Jesús! Ahora bien, ¿no es eso hermoso?
Esto es lo que Dios
estaba diciendo: “Lo saciaré con larga vida y le mostraré mi Yeshua”.
Larga vida se encuentra en nuestro Yeshua. Puedes conocer a Dios como “El
Elyon”, Dios Altísimo, como el Todopoderoso “Shaddai”, como “Jehová” e incluso
como “Elohim”, ¡pero el nombre que te da plena y absoluta confianza es el
nombre Jesús!
No basta con saber que
Dios es todopoderoso. ¡Es más importante que sepas que Dios está dispuesto a
usar Su poder y fuerza para salvarte!
Eso es lo que nuestro
Señor Jesús hizo en la cruz por ti y por mí. Él vino y nos mostró su salvación
sacrificándose en la cruz por tus pecados y los míos.
Él murió joven para que
podamos vivir una vida larga. Y no sólo vivir mucho
tiempo en este mundo. En la cruz, Él compró para nosotros el don de la vida
eterna, pagada con Su propia sangre. En el momento en que recibiste a Jesús
como tu Señor y Salvador, ¡tu salvación en Él es segura!
Crecí en una iglesia
donde me enseñaron que cuando pecas, perderás tu salvación y tendrás que nacer
de nuevo. Esta enseñanza errónea oprimió mi mente día y noche. El enemigo me
atacaba incesantemente pensando que había perdido mi salvación. Un día, mientras
buscaba respuestas del Señor, Él abrió mis ojos y me señaló el pasaje bíblico
de 2 Timoteo mencionado anteriormente.
Así, cuando la verdad de
la Palabra de Dios entró, toda la opresión me abandonó. Y cada vez que la idea
de que había perdido mi salvación aparecía de nuevo, citaba este versículo y
declaraba con valentía: “Escrito está: 'Y el Señor me librará de toda obra mala
y me preservará para su reino celestial'”.
Amado, te recomiendo altamente
que medites en esta Escritura. ¡En este versículo encontrarás la protección y
preservación del Señor para la eternidad!
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