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Hable lo que usted quiere ver, no lo que usted ve. Primera Parte. Sermón de Joseph Prince



Creer correctamente es importante. Recientemente el Señor me habló y me dijo así: "cuando las cosas no vayan bien diga al pueblo esto, que no se hagan la pregunta: '¿qué hice mal?' ". No se trata de lo que usted hace mal, sino de lo que usted cree mal. Digamos que usted frecuenta nuestra iglesia y escucha buenas enseñanzas basadas en la Biblia, y usted creyó y ahora tres años o cuatro años después usted se siente como robado. ¿Eso es posible? Sí, Jesús nos advirtió que la primera cosa que el enemigo roba, no es su salud, no son sus relaciones, no son sus finanzas, primero él roba la Palabra de Dios, y después roba el resto. Jesús dijo que el diablo viene para hurtar, matar y destruir; cuándo salga de aquí si usted tiene una actitud endurecida hacia la Palabra de Dios en vez de creer lo que escuchó, usted dice: "si usted cree, cree, si no cree ..." El enemigo ya empezó a robar y usted verá que aquello que usted creía no lo cree más. E incluso si usted lo cree por un tiempo si usted no se mantiene escuchando (en el tiempo continuo) usted verá que lo que usted creía hasta hace cuatro años, hace 10 años, usted no lo cree más y ni siquiera se dará cuenta. Como Sansón, él intentó soltarse, pero la Biblia dice que él no sabía que el espíritu se había alejado.

Iglesia, estoy aquí para decir que Dios me dijo: "Dígales que continúen creyendo en lo que están creyendo, que estén seguros de que lo creen es bíblico". ¿Cierto? Y con respecto a eso la Biblia dice cómo la fe trabaja. ¿Están listos? Voy a hablar de forma muy simple ¿Usted sabe cómo funciona la fe? ¿Quiere saber cómo? Es así como la fe funciona, está en la Biblia, puedo citar muchos textos, dice: "nosotros con ese mismo espíritu de fe creí, por eso hablé". Nosotros también creemos por eso hablamos. ¿Cierto? Esto está en Corintios, la Biblia dice cómo la fe opera: "hablando lo que creemos". Es muy sencillo. ¿Cierto? La fe funciona cuando usted habla lo que usted cree. ¿Amén? “Creo que esta semana va a ser horrible”. Usted habló lo que cree. "Si cree que será una gran semana, ¡hable!" Crea y hable, sólo eso es necesario. ¡Eso es todo!

Vea, este mensaje empezó bien, comenzó muy bien. Crea y hable. Más adelante, otra generación vino y dijo: "sólo hablar no es suficiente, son necesarias las obras". A veces usan la expresión: "acción correspondiente", pero pienso que ellos no entendieron lo que Santiago quiso decir. Cuando Santiago dice que "la fe sin las obras está muerta" las acciones no pueden combinar con la fe. ¿Cierto? Fe es fe, ¿existe el acto de fe? ¡Sí! Usted tiene que creer y cualquier acción que proviene de eso es casi inconsciente, pero iglesia, no se preocupe con las acciones correspondientes. Si usted quiere ver lo que dice la Biblia, la Biblia dice así: "cree solamente". ¡Sólo eso es necesario!

Estamos hechos a la imagen de Dios. ¿Cómo Dios lo hizo todo? Dios creyó y habló.

Usted fue hecho a la imagen de Dios, hijo de Dios, fuimos hechos a su imagen. En Génesis 1:2 cuando Dios vio la oscuridad, Dios no vio la oscuridad y dijo: "uuauu, está tan oscuro," ahí quedó más oscuro, y ahí Dios dijo "uuauu", se oscureció más todavía. Dios nunca habló lo que él vio, habló lo que él creyó, entonces vio lo que creyó. Voy a repetir: Dios nunca habló lo que él vio, Usted puede ver las crisis, usted puede ver las noticias de los periódicos mostrando que el mercado financiero está cada vez peor. Usted puede ver las dificultades y las tragedias y la negatividad del mundo en todas las emisoras de noticias. Pero no declare esa situación. Hable lo que usted cree. Y lo que usted cree viene de su alianza con Dios, la Palabra del Dios vivo. ¡Amén! Dios prometió que él suplirá todas sus necesidades de acuerdo con sus riquezas en gloria.

Él nunca dijo: cuando las cosas estén bien entonces Dios va a suplir, ¡no! ¿Usted piensa que la crisis sorprendió a Dios? Y Dios dijo: "Oh, yo no sabía, eso es culpa de los banqueros". ¿Usted piensa que Dios es así? ¡No! Nada sorprende a Dios. En verdad en la Biblia está claro que Dios hace sus mayores milagros cuando hay necesidades con Su pueblo, no con el mundo, para con su pueblo. El mundo es un escenario para demostrar la gloria del Dios de nuestra gracia. ¡Amén!

El escenario está montado y usted va a brillar. ¡Aleluya! Es su mayor oportunidad para demostrar que Dios es bueno. Jesús dijo: "Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, y el Padre celestial las alimenta, ¿ustedes no son más que ellas?" Fíjense en las aves. Las aves nunca se preocupan, son tan burritas que no saben que el mundo está en crisis. Porque todas las veces que veo las noticias ellas están  fuera cantando. Ellas no se preocupan y sólo viven cantando. Cuando yo las miro ellas están comiendo en el suelo. Es increíble, ellas nunca dejan de comer, están siempre comiendo y después cantan. O cantan o comen. No sé qué viene primero. Pero ellas son felices, son libres; yo nunca vi un pájaro aquí en Singapur bien delgadito muriendo de hambre, en sus últimos momentos. Ellos siempre están bien suplidos, ellos cantan y son libres y Jesús dijo: "si él cuida de los pájaros, él va a vestirlos a ustedes, hombres de poca fe". Él dijo: "hombres de poca fe" porque Dios viste a los de poca fe. Aunque creas poco, Dios lo viste a usted. El hecho es que necesitamos creer, necesitamos hablar. Así opera la fe. Usted habla lo que usted cree. Cuando Dios vio las tinieblas, él dijo: "haya luz", (shhhh) hubo luz y Dios vio la luz y era buena. Dios no la vio buena hasta que él habló. Estamos hechos a la imagen de Dios.

Jesús vio un hombre con la mano paralizada aproximándose Y ¿qué dijo Jesús? Él no dijo: "uaaaau, su caso es grave!" "uaaaaaa" y el hombre se puso peor. Pero no fue eso lo que él dijo, él dijo: "estire su mano!". ¿Cierto? Amén. Él habló lo que él quería ver y la mano del hombre se sanó, tan sana como la otra. Él hablaba lo que quería que sucediera. ¿Amén? Él practicó eso tanto que una vez él dijo lo siguiente: "Lázaro está durmiendo!" Lázaro ya estaba muerto. Lázaro estaba muerto, pero él dijo: "Lázaro está durmiendo y voy a despertarlo". Un discípulo tratando de hacerse el vivo le dijo, "si está durmiendo, déjalo dormir, déjalo descansar”. Y el Señor dijo: "Está muerto". ¿Cierto? A veces él hablaba de forma natural, vemos que él dijo: "Lázaro está muerto". Ellos no sabían que él estaba practicando lo que quería ver. Para él, Lázaro estaba muerto y él iría a despertarlo. Habló en fe y siempre hablaba lo que él quería ver, no hablaba lo que había visto. Siempre estamos hablando lo que vemos: "oh, querida, estás muy pálida. ¿qué te pasa? ¡pareces enferma!”.

Si concordásemos en una conspiración para decirle a alguien que está sano, que está bien, una persona que está llena de vida y energía, pero si nosotros nos ponemos de acuerdo para decirle, cuando llega del trabajo, uno en uno, le dice: "¡parece que estás pálido! ¡estás enfermo!" al final del día él estaría enfermo. Hay poder en las palabras. El mundo no lo sabe. Hay un dicho: "¡palos y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras no!". El mundo dice eso, el mundo no sabe del poder que hay en las palabras. Ellos no reconocen a Dios, por eso no creen que son creación de Dios como nosotros. ¡Amén!

Cuando Israel envió a los doce espías a la Tierra Prometida, cuando volvieron a pesar de que existían problemas, Dios dijo que había dado esa tierra. Y los dos que dijeron: "Dios nos ha dado la Tierra", ellos fueron los que vieron la tierra. Entraron en la tierra, comieron sus uvas, vivieron en la tierra, prosperaron en la tierra, vivieron sanos en la tierra, pero hubo diez que dijeron lo contrario de lo que Dios dijo. Dios dijo: "Yo di la tierra". Ellos dijeron: "nosotros no podemos tomar la Tierra". Dios le dijo a Moisés: "Como ellos hablaron así haré con ellos, morirán lejos de la tierra prometida"; no recibieron las promesas. Usted no cree, no ve. Usted cree, usted ve.

Cuando las personas se curan o antes de que se curen, a veces antes, a veces después, hablan. Por ejemplo, antes de que Jesús preguntara a los ciegos, a los dos ciegos, "¿creen que puedo hacer eso?". “Creen”, él nunca le preguntó a nadie por su comportamiento, si guardaban o no la ley, si eran obedientes o cuál era su estilo vida. Preguntaba si creían, "¿creen que puedo hacer eso?".

-Si tienen que creer, pastor, entonces la cura no es para todos- Bueno, Dios no puede hacer más allá de lo que usted cree. Dios trabaja en la fe porque él es el Dios de la fe. ¿Entienden hermanos? ¡Amén! A veces él hablaba después de curar. Como con la mujer que tenía un flujo de sangre, él dijo: "tu fe te curó!". Él no le dijo: "¡Tus obras te curaron, tu caridad te curó, tu buen corazón te curó, el nombre de tu familia te curó!", ¡nunca! Tu fe te curó. Quiero afirmarle que hay personas que han sido sanadas que no tenían una vida perfecta pero su fe era perfecta. ¡Crea correctamente y vivirá correctamente!
El problema es que la iglesia ha predicado por muchos años: "vida correcta, vida correcta, carácter, carácter, carácter, compórtese, compórtese, obediencia, obediencia". Y no entendemos que estamos predicando la filosofía y el principio de vida del Antiguo Testamento que fue anulado, que fue quitado. Jesús vino para que el justo viva por su fe, por su creencia. ¿Puedo tener un "amén", Iglesia?
Pero cuando hablamos de esto, hay personas que dicen, - "¡Ah, usted está diciendo que la justicia viene solamente por la fe, que ¿es sólo creer en la sangre de Jesús y usted es justo?"- ¡Sí! Eso es lo que dice la Biblia. Todos los días cuando usted se despierta usted debe decir: "yo soy justo a los ojos de Dios, yo creo que yo soy justo, yo tengo derecho a todas las bendiciones del cielo porque recibí el don de la justicia". "No es por lo que yo hice para que yo no me gloríe, no tiene nada que ver con mis logros." Es una dádiva, y "yo creo que soy justo porque recibí el don". Esta debe ser su actitud, usted necesita declarar esto, declarar lo que usted cree. Llega un momento en que usted no necesita declarar porque usted cree de la forma correcta. ¿Me siguen?

La Biblia dice en Romanos 3, vamos a leer el versículo 21:

"Pero ahora, se manifestó una justicia que proviene de Dios independiente de la ley, (repita: independiente de la ley) pero, ahora (repita la palabra ahora) En el Antiguo Testamento usted necesitaba tener obras, necesitaba guardar la ley, obedecer los Diez Mandamientos, debería ser obediente para ser justo. ¡Nadie lo conseguía! Pero Dios envió a su hijo Jesucristo que murió en la cruz por nuestros pecados. Jesús nos dio la dádiva de la justicia independiente de la Ley. Eso quiere decir: Él no espera hasta que usted obedezca perfectamente, no espera hasta que usted acierte. Él le da la dádiva y si usted la recibe y cree en la dádiva, usted es transformado. Así es como funciona. ¿Ustedes entienden? Por la fe solamente independiente de la Ley.

"Justicia de Dios mediante la fe en Jesucristo para todos los que creen".

Vamos a Romanos 4 versículo 1, ¡amén!

"¿Qué diremos pues que halló Abraham, nuestro padre, según la carne?" Carne aquí es esfuerzo propio, la carne no quiere decir pecado sexual, aunque los pecados sexuales son obras de la carne. La carne es el esfuerzo propio. Cuando Israel en el Antiguo Testamento en el Monte Sinaí, cuando ellos dijeron: "todo lo que el Señor ordene haremos", eso fue orgullo, arrogancia. Era no conocer su necesidad o carencia espiritual. Si usted dice esto es porque no sabe que es un pobre pecador. Dijeron: "lo que Dios ordene nosotros podremos hacer". Ellos se sometieron al esfuerzo propio. Vea el fruto o más bien el resultado, las obras. El resultado fue el becerro de oro.

Hay otras obras en Gálatas: adulterio, fornicación; intentamos quitar el adulterio, fornicación, ira, irritabilidad, impaciencia, dormirnos en el culto, intentamos sacar esas cosas de la vida de las personas, pero no comprendemos que éstas son las obras de la carne. No tiene sentido atacar las obras si no se trata la raíz. La raíz es el esfuerzo propio. Cuando alguien busca la santidad por el esfuerzo propio y no descansa en el don de la justicia y únicamente en la fe, esa persona se esfuerza por ser lo que ya es.

Vea bien, el creyente puede creer mal y como resultado va a tener todas esas obras. Cuando usted tiene ira durante el día es porque en alguna parte usted creyó incorrectamente. No creyó en la gracia. Tal vez su creencia equivocada sea: "cuando alguien tiene la palabra final, saca ventaja de mí, yo soy un perdedor" y usted cree así desde que era pequeño y por eso mismo, aunque usted crea en la gracia usted tiene un área de creencia equivocada que lo hace a usted perder la templanza.

O usted cree: "cuando me muestro airado parezco poderoso" y usted cree en eso. Y porque cree así no ve que eso controla su vida. Lo que estoy diciendo es que todo comienza con una creencia. ¿Me siguen? Creer correctamente es lo que es necesario. Cuando Dios vio las tinieblas no dijo: "haya luz" y luego esperó una "acción correspondiente, ¡no! Su "acción correspondiente" fue hablar. Si usted cree, usted habla. Dije: "si usted cree, usted habla. “Cuando alguien le diga "los días actuales son muy difíciles", usted tiene que decir: "yo no creo en eso para mí". - Oh, “¿quién piensa que usted es?” - ¿Tiene tiempo? Honestamente para decirle quien soy, tardará un tiempito: soy heredero de Dios, coheredero de Jesucristo, las cosas viejas pasaron, todas fueron hechas nuevas, Cristo me redimió de la maldición de la ley, de la pobreza financiera, las bendiciones de Abraham han venido sobre mí. ¿Ha oído acerca de las bendiciones de Abraham? Abraham era rico, tenía muchos bienes, plata y oro, su esposa era hermosa, en la vejez tenían vigor, eran sanos y jóvenes. ¡Aleluya! Yo soy la simiente de Abraham, yo soy bendecido con las bendiciones de Abraham, ¡fue usted quien me preguntó! ¿Quiere que diga quién soy? No es para que me enorgullezca, es una dádiva. Cuando usted trabaja usted se enorgullece, cuando usted cree, es una dádiva. ¿Me escuchan? Por eso aprenda a hablar lo que cree.

Cuando Jesús miró a la higuera ella no producía frutos. Usted conoce la historia, él maldijo a la higuera. Al día siguiente ella estaba seca. Él les enseñó: "todo lo que ustedes digan", (¡todo lo que ustedes digan!) Quien diga a esa montaña y no dude que dijo que sucederá, tendrá lo que dijo.

- "Pastor, es tan gracioso que puedo morirme de risa". - Entonces, si Jesús dijo que usted va a tener lo que dice y usted dijo que se va a morirse risa…

Vea, el diablo programó en el vocabulario humano la muerte. Usted no ve a nadie decir: "yo estoy viviendo por un pedazo de pastel, yo vivo de ganas de comer esa comida", pero dicen: "me muero de ganas". Vea, si usted se muere no va a comer. Miramos a alguien y sentimos lástima, pero nuestras palabras son estúpidas. Así hablamos: - "tú eres tan burro". Amamos a nuestros hijos y decimos: - "tú eres burro ¿Por qué dejas que ellos te golpeen?”- Pero mamá tú vives diciéndome que soy burro, yo dejo que la gente me golpee. ¿Amén?

Muy bien iglesia, sabemos que es así como ocurren los milagros. El milagro no sucedió cuando Jesús miró la tumba de Lázaro y dijo: MH MH." La Biblia dice que lloró, pero sus lágrimas no sacaron a Lázaro de la tumba. Si él hubiera levantado la mano y: "MH" no pasaría nada. Él sabía que él era la resurrección y la vida, pero él tuvo que hablar. Dijo: "Lázaro, sal". Yo le dije a mi hija ayer: "Menos mal de que no dijo solamente sal,"......todos los muertos habrían resucitado porque ahí estaba Jesús, hermano. ¡Él es Jesús! Por eso él dijo: "Lázaro", él fue específico. Iglesia, lo que digo es que tenemos que aprender a hablar. ¡Basta creer y hablar! Ese sentimiento perturbador: "ya maldije la espinilla", ¿qué tengo que hacer ahora? Esa perturbación de que "tenemos que añadir algo" es lo que niega nuestra fe.

Bueno, ahora mismo alguien debe estar diciendo: "Pastor, pero la fe sin las obras está muerta". Ya vimos que la justicia es independiente de la ley, ahora (Romanos 4:1-3).

"¿Qué, diremos pues que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿Pues qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y eso le fue contado por justicia". Él sólo creyó. En realidad, él mintió dos veces sobre Sara. Él no era perfecto. Dios le dijo: "deja a tu parentela", él llevó a su sobrino. ¿cierto? Él no era obediente ni perfecto, pero él era un hombre de fe.

Verso 4 "Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda."

Si usted trabaja ¿Dios tendrá que darle basado en la gracia o basado en la deuda?

¡Basado en la deuda! Pero Dios no es deudor. Nunca lo será.

El verso 5 "más al que no obra (que no obra), sino cree en aquel que justifica al impío, (el impío, no el justo)

No le interesa a Dios hacer justo a quien ya es justo, pero hermanos ¡Qué maravilloso! ¡Qué evangelio! ¡Qué buenas nuevas cuando Dios justifica al impío! Cuando usted cree su fe es contada como justicia. ¿Cómo puede un Dios santo hacer esto? ¡Él es santo! Dios no puede dejar de castigar el pecado. Y él lo castiga.

Por favor, ¿dígame cómo puede Dios declarar al impío justo? Todo tiene que ver con la cruz de Jesucristo. Cuando su sustituto, mi sustituto, Jesucristo, fue enviado por el Padre para ser nuestro sacrificio y él fue colgado en la cruz. Y Dios que no puede dejar de castigar el pecado, Dios que no puede dejar de castigar ni siquiera una transgresión, tomó nuestra vida de pecado y la colocó sobre Jesucristo e hizo caer Su justa indignación y Su santa ira contra todos nuestros pecados hasta que en la cruz Jesús clamó: "¡Consumado es!". Es como si un agujero negro tirará todo aquello que no sirve en el universo, Jesús arrancó toda condenación de nosotros. ¡Dios es santo! ¡Dios vio que tus pecados ya fueron castigados! Dios no puede ser injusto en castigar a Jesús y castigarte a ti por los mismos pecados. Haría a Dios injusto. Mientras Dios sea justo, usted no será condenado. Porque Cristo ya fue condenado. Hasta que Dios se convierta en un injusto, y Él nunca lo será, tus pecados nunca te harán sufrir. Porque ha costado el sufrimiento de otro. Mire aquí, levante la cabeza. Vea, ¡usted no sufrirá por sus pecados! "¡Nunca!" "¡Nuuuncaaaa!" "¡Nuuuncaaaa!" Cuanto más yo grito "nunca" el Espíritu Santo dice: "Jesús sea glorificado!". Porque esto glorifica a Jesús. Pero aun así hay personas que crean la expectativa de un temor terrible de juicio para que usted tenga miedo. Ellos piensan que a través del miedo usted hará lo correcto. Pero en un ambiente de inseguridad su comportamiento se distorsiona. Si un niño que tiene miedo de caer, caerá. Usted necesita seguridad. Y eso es lo que da el don de la justicia.

Ahora les pregunto, vimos claramente que Dios justifica al impío, así como David también describe esta bendición. David declara: "bienaventurado el hombre a quien Dios imputa justicia sin las obras". Sin obras. Dios da justicia sin las obras y Dios aquí describe a través de la boca de David lo que significa tener esa justicia sin las obras. El versículo 7 dice: "Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos". (¡y el pueblo dice: amén!) Vea ahora, bienaventurado el hombre a quien el Señor no le imputa pecado". Este "no" aquí es una negación dupla "ou me", que significa "nunca, nunca jamás." "Ou" es negativo en el griego, "me" es otro negativo en el griego, cuando están unidos forman un negativo fuerte, “jamás” en el griego. No siempre usted encuentra una doble negación, pero doble quiere decir una fuerte negación, una negación fuerte, un “jamás”. Es decir, usted es bendito porque Dios nunca jamás le imputará pecado.
Pero Pastor, esta mañana cuando venía a la iglesia, estaba atrasado y me enfadé con alguien. Dios no va a imputarle pecado a usted. ¡Amén!

Si cree correctamente va a vivir correctamente. El problema es que cuando usted piensa que está perdido usted hace cosas peores. "Oh, Dios tuve un pensamiento que no debía haber tenido", cuanto más cree que Dios le imputó aquel pecado, cree equivocado, usted actúa equivocado. Necesitamos creer correctamente. ¿Usted sabe por qué Dios no puede imputarle pecado? Porque Dios que es santo, Dios que es justo, Dios que es perfecto, ya imputó todos sus pecados sobre Jesucristo y ahora él imputa la justicia de Cristo, sin las obras, sobre usted. Sin sus obras sobre usted. ¡amén! ¡amén! Si Dios ve sus pecados en usted, es como si Él no hubiera visto sus pecados en Jesús. El que Dios no impute pecado sobre usted es honrar lo que hizo Jesús. ¡Oh, aleluya! ¡amén! ¡A ver si consigue dormir! ¡Es un poderoso sermón, y yo estoy entusiasmado, yo me siento bien! ¡Bendito sea el Señor! ¡amén! ¡amén!


Extraído del canal “Evangeliodelagracia.Info”
Mi inmensa gratitud a Élida Scarano por la transcripción de este documento.

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