La Espada Del Espíritu. Capítulo 8 de "Guerra Espiritual" de Joseph Prince
“Y tomad… la espada del Espíritu, que es la Palabra de
Dios”
Efesios 6:17
La Palabra de Dios es más
Cortante que Cualquier Espada de Dos Filos
La
espada del Espíritu es la Palabra de Dios. ¿Sabías que es una de las armas en
la armadura de Dios que es ofensiva? (La otra es la oración en el Espíritu). El
cinturón sostiene todas las cosas juntas. Tu coraza te protege el corazón. Tu
calzado protege tus pies. Tu casco protege tu cabeza. Tu escudo protege tu ser
entero. Pero tu espada es para atacar. Por eso es tan importante.
Si
has servido en el ejército, debes saber cuán importante es tu rifle. Pasé algún
tiempo en el ejército. Una de las primeras cosas que te enseñan en el ejército,
hombre, ¡es que tu arma —para mí fue una M16- es como tu esposa! Te muestran tu
M16 y dicen: “¡En el tiempo que estés en el ejército, esta es tu esposa!” Te
digo, ¡nunca tuve que limpiar y aceitar a una “esposa” tanto!¡Y gracias a Dios
de que mi esposa Wendy no necesita tanto mantenimiento!
Pero
si eres un soldado atrapado detrás de las líneas enemigas, y has perdido tus
botas, casco e incluso tu uniforme, si todavía tienes tu M16, puedes
sobrevivir. Con tu M16, aun puedes dispararle al enemigo. ¡Aun si estás apenas vestido,
puedes seguir peleando! ¡El enemigo se morirá riéndose de ti!
La
Palabra de Dios es precisa y extremadamente poderosa. ¡Puede cortar al diablo
en pedazos!
Así
que la espada del Espíritu es nuestra arma ofensiva. El escritor de este pasaje
de la armadura de Dios, el apóstol Pablo, mostró muchos vistazos modernos. Uno
de ellos está en Hebreos 4:12 (yo creo que Hebreos fue escrito por Pablo). Él dice:
“Porque la Palabra de Dios es viva y
eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el
alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón”. Los cristianos frecuentemente dicen que la
Palabra de Dios es una espada de doble filo. De hecho, la Biblia dice que es más cortante que cualquier espada de
doble filo.
Ahora
bien, ¿qué puede hacer una espada de dos filos? Bueno, puede cortar por ambos
lados porque la hoja tiene dos lados afilados. Pero regresando a los días de
Pablo, nada existía en las armas físicas que fueran más filosas que cualquier
espada de dos filos. Sin embargo, hoy día, hay algo más cortante que una espada
de dos filos. Se llama laser. Un láser corta por todos lados y en cualquier
dirección.
En
el reino espiritual, la Biblia—La Palabra de Dios—es más filosa que cualquier
espada de dos filos. La Biblia es para el mundo espiritual lo que el láser es
para el mundo físico. Es una herramienta precisa y extremadamente poderosa. ¡La
espada que es la Palabra de Dios puede cortar al diablo en pedazos!
Jesús Usó la Palabra
Escrita
Para
aprender cómo usar esta arma prácticamente, veamos al amo espadachín, Jesús.
¿Cuándo usó Jesús la espada? Él la usó cuando fue atacado por el diablo en el
desierto. ¿Cómo la utilizó? La utilizó al decirle al diablo: “Escrito está…
escrito está… escrito está…” Verás, lo que la escritura enseña es que Jesús había
memorizado las escrituras. Y cuando el diablo vino contra Él, Él pudo decir:
“Escrito está…”
Ahora
bien, si la espada es la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios algunas veces
nos viene directamente a través del Espíritu Santo hoy día, entonces podríamos
suponer que usamos la espada contra el diablo al decir: “Diablo, Dios acaba de
decirme esto esta mañana…”
Los
carismáticos son muy famosos por decir cosas como: “Sabes, esta mañana, Dios me
dijo…” y “Justo ahora, Dios me dijo…”. Pero Jesús no habló de esta manera.
Cuando Él enfrentó al diablo en el desierto, Él no le dijo: “Justo ahora, Mi
Padre me dijo…”. Él tenía buenas razones para decirle al diablo lo que Su Padre
acababa de decirle después de que fue bautizado en el río Jordán: “Tú eres mi
Hijo amado” (Mateo 3:17). Pero Jesús no recurrió a eso. Él no recurrió a la
Palabra hablada de Dios. En vez de
eso, recurrió a la Palabra escrita
de Dios. Tres veces Él dijo: “Escrito está”, no dijo “Está dicho”. Él dijo lo
que la escritura decía. Él citó directamente lo que ya estaba escrito en las
escrituras.
Ahora,
si el Hijo de Dios tuvo que decir: “Escrito está…” para vencer al diablo,
¡cuánto más tú y yo deberíamos de citar la Palabra escrita de Dios! ¡Y cuánto
más tú y yo deberíamos memorizar las escrituras en preparación para la batalla
con el reino espiritual!
Podrías
aún preguntar: “Pero, ¿cómo podemos aplicar las escrituras, Pastor Prince?”.
Bueno, te voy a enseñar porque esta es la parte más importante en el uso de la espada.
Esta es la parte que el diablo quiere que pierdas.
Empecemos con algunas promesas del Salmo
91:1-4
El
que habita al abrigo del altísimo morará bajo la sombra del omnipotente. Diré
yo a Jehová: Esperanza mí y castillo mío; mi Dios en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y
adarga es su verdad.
¿Cómo
aplicas la espada de la Palabra de Dios en tu vida? Digamos que te despiertas
una mañana y lees el periódico. La historia principal establece que uno de cada
cinco hombres a la edad de los 50 años tendrá XYZ enfermedad. ¡Zas! El diablo
te acaba de lanzar un dardo de fuego. Nunca sabes cuando sus dardos son
disparados hacia ti. Quizá estás mirando un programa de televisión y el
presentador dice: “¡Esta región puede esperar un gran terremoto dentro de los
próximos cinco años!” ¡Zas! El diablo te acaba de lanzar otro dardo de fuego.
Cuando
eso pase, es tiempo de declarar: “Escrito está: ‘Él te librará del lazo del
cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus
alas estarás seguro’.” ¿Qué estás haciendo? ¡Estás conteniendo el ataque del
diablo con la espada de la Palabra de Dios! ¡También estás desviando sus dardos
de fuego y protegiendo tu corazón con el escudo de la fe!
He
aquí otro escenario: Acabas de regresar del funeral de una amiga cristiano
quien murió de una enfermedad. Ella tenía la misma edad que tú. Por cierto,
frecuentemente no sabemos toda la historia de cómo y por qué un cristiano
muere. Por ejemplo, hay cristianos quienes quieren
ir a casa para estar con el Señor. Somos responsables de nuestras propias
vidas. Pero una cosa que debemos saber es que Dios nos ama y desea que vivamos
vidas largas y saludables (Salmo 91:16).
Libera
la Palabra de tu boca y cambia su poder latente por un poder efectivo.
Ahora
bien, cuando sales del servicio fúnebre, estás solo, y justo ahí, el diablo te
lanza un pensamiento: “Tú sabes, ella era una cristiana muy espiritual, a una
cristiana muy agradable, una cristiana maravillosa…”. Él te lanza otro dardo de
fuego: “Si le pasó a ella, te puede pasar a ti también”. Ahora bien, el miedo
comienza a insinuarse. ¿Qué deberías de hacer? Debes decir: “Escrito está: Caerán
a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará” (Salmo 91:7).
¡Contrarresta los movimientos del diablo con la espada de la Palabra de Dios!
La Palabra Es Para Ser
Hablada
Mi
amigo, no es suficiente saber la Palabra de Dios en tu corazón. Debes de
decirla. ¡Ahí es cuando el poder latente se convierte en poder efectivo! Jesús,
en el desierto, no solo pensó en las escrituras o la murmuró en Su cabeza. Él habló
la escritura en voz alta.
Puedes
memorizar miles de pasajes bíblicos, pero si no aprendes a decir: “Escrito está…”,
en realidad, no liberarás la Palabra. Hasta que la Palabra sea liberada desde
tu boca, no habrá poder eficaz, sólo poder latente. En otras palabras, hasta
que la Palabra salga de tu boca, sólo está el poder yaciendo inactivo dentro de
ti. Tienes que hablarlo. Cuando lo hablas, es como si Dios estuviera hablando. La
Palabra de Dios en tu boca es como si Dios hablara.
He
aquí otra situación en la que te pudieras encontrar: Te despiertas un día y, no
sabes por qué, pero empiezas a pensar en tus padres y abuelos quienes murieron
por una enfermedad en particular. De alguna manera, el pensamiento comienza a
invadirte. Los miedos son irracionales, pero aun así te invaden. Un pensamiento
entra en tu mente: “¡Morirás de la misma enfermedad! ¡Morirás joven! ¡Es una
maldición generacional!” ¿Qué deberías de responder? Cita el Salmo 91:16 en voz
alta: “Escrito está, “Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación‟.”
Habla la Palabra en medio de tu miedo.
Usa la espada del
Espíritu contra el diablo y él entenderá siempre.
He
descubierto que no puedes razonar con el miedo. No lo puedes analizar. Haya algunos
miedos que vienen a mi mente y digo: “Joseph Prince, ¿cuál es la probabilidad
de que esto pase?” Pero eso no ayuda. Los miedos están aún ahí. Y digo otra
vez: “Vamos Joseph Prince, nunca te pasará a ti”. Pero los miedos permanecen.
Así que no puedes razonar con el miedo. Debido a que nuestra guerra es
espiritual, la única manera para derrotar al miedo es hablando la Palabra de
Dios al miedo diciendo: “Escrito está, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio‟. (2Timoteo 1:7).
Necesitas
memorizar ese versículo. Es una escritura poderosa. No me importa qué clase de
miedo venga contra ti. Puede ser un temor de envejecer, miedo a una enfermedad
en particular, miedo de perder el trabajo, miedo a fallar…
Cualquiera
que se tu miedo, usa la espada de la Palabra de Dios. Declara: “Escrito está, ‘Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio’.”
Cuando
hablas Su Palabra, verás que en realidad es más filosa que cualquier espada de
doble filo. En Apocalipsis, cuando Juan vio al Señor, él dijo esto: “de su boca salía una espada de doble filo”
(Apocalipsis 1:16). En el griego, es “una espada de doble-boca”. ¿Por qué?
Porque la Palabra deja la boca de Dios primero, y después deja la nuestra. ¡Ahí
es cuando se convierte en una espada de doble filo! ¡Ahí es cuando se convierte
poderosa! Cuando tú hablas Su Palabra, cuando estás de acuerdo con ella, se
convierte en una espada de doble filo. Algunas veces, tendrás que decirla
varias veces. Algunas veces, tendrás que
decirla en la mañana, en la tarde y otra vez en la noche. Si el diablo quiere
pelea, ¡dale una! ¡Usa la espada del Espíritu contra él y él entenderá siempre!
Hay algo con la espada del Espíritu que al diablo no le gusta. Él no anda
vagando alrededor de la Palabra de Dios mucho. Le recuerda a alguien— ¡a Jesús!
¡Y Jesús le recuerda que ha sido derrotado!
Una Escritura Para Cada
Necesidad
Hay
muchos pasajes bíblicos poderosos para cada área de necesidad. Si tienes
problemas financieros, ve a la Biblia, toma tu cuaderno y escribe pasajes
bíblicos sobre finanzas. Encontrarás pasajes como: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19). Aún si tu jefe te recorta el
salario di: “Mi Dios suplirá todas mis
necesidades de acuerdo a Sus riquezas”.
No es de acuerdo a las riquezas de tu jefe. Tu jefe no es tu fuente, ¡Dios lo
es! Si tu jefe es tu fuente, entonces eres muy pobre. Si Dios es tu fuente,
¡entonces eres muy rico! Si Dios es tu fuente, ya no estarás temeroso de perder
tu empleo. Y tendrás tal confiada expectativa de lo bueno, que, si pierdes el
trabajo, sabrás que Dios tiene uno mejor esperando por ti.
Recientemente
tuve un caso malo de “jet lag” (descompensación horaria después de un viaje largo
en avión). Ahora bien, esto fue una guerra espiritual, porque era la primera
vez que experimentaba un “jet lag”, ¡y fue muy malo! Wendy lo tuvo también.
Ambos estábamos tan cansados. Sin embargo, no podía dormir. Así que memoricé
escrituras. Cité el Salmo 4:8 antes de irme a la cama: “En paz me acostaré y así mismo dormiré; porque solo tú Jehová, me
haces vivir confiado”. Y también cité Proverbios 3:24: “Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu
sueño será grato”.
Dije
esas escrituras en voz alta a medida que me acostaba: “Escrito está, ‘… te
acostarás, y tu sueño será grato’.” Después de un momentito, me adormecí, y
comencé a decir con dificultad: “Tu sueeeñooo será graaaatoooo. Tu sueeeeñoooo
será graaatoooo”. Entonces, se convirtió sólo en: “Graaaatoooo… graaaatoooo”.
Tú sabes, me quedé dormido ¡y fue uno de mis más dulces sueños que había tenido
jamás!
Las
Palabras de la Biblia son tan poderosas. Están tan impregnadas con poder porque
esas palabras vienen de la misma fuente que creó los cielos y la tierra. Cuando
declaras las escrituras en voz alta, la Palabra de Dios pelea por ti. El diablo
no tiene defensa contra la Palabra de Dios. Él no tiene defensa contra la espada
del Espíritu. ¡Lo corta por todos lados!
Y
hay una promesa en la Biblia para cada necesidad. Escríbelas, memorízalas y decláralas.
Si gustas, puedes comenzar a citar cada escritura diciendo: “Escrito está…”
Si
estás preocupado por tu familia, busca escrituras de la vida familiar. Por
ejemplo, Proverbios 11:21 dice: “… Mas la
descendencia de los justos será liberada”. Salmos 128:3 dice: “Tú mujer será como vid que lleva fruto a
los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”.
Si el diablo te dice: “¡Morirás joven!” tu respuesta debe ser: “Escrito está, ‘Lo
saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación’.” (Salmo 91:16).
Si estás experimentando miedo—por ejemplo,
puedes tenerle miedo a tu jefe—Hebreos 13:6 dice: “… El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.
Si te levantas en la mañana y sientes como si algo malo fuera a suceder en ese día,
declara: “Está escrito, ‘Este es el día
que ha hecho el Señor; me gozaré y me alegraré en él’.” (Salmo 118:24).
Así
que ve y haz tu tarea. La Biblia está llena de poderosas escrituras. Encuentra
escrituras que te hablen y escríbelas en un cuaderno o en tarjetas. Memoriza
las escrituras y dilas fuerte. Yo busco escrituras que me hablen y las escribo
en tarjetas. ¡Las llevo conmigo a dondequiera que voy!
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